El Castilla sufre pero vence

El Castilla venció con más problemas de los aparentemente esperados a un más que pobre Leganés que pasó durante tres cuartas partes del encuentro como un alma en pena por Valdebebas. Sin grandes alardes, los de Toril cumplieron ante una grada que presentó un aspecto fantasmagórico, culpa de la hora, el día, la lluvia... Mil y un condicionantes que provocaron que el feudo madridista estuviese vacío.

Aunque a priori la urgencia del equipo pepinero por evitar el descenso pareciese mayor que la del filial blanco, que tiene casi asegurado el playoff, desde el primer momento los blancos se hicieron con el control del balón y del partido, borrando del mapa a un Lega que se dejaba dominar. Avisó pronto el Castilla con un chut de Joselu que se topó con el lateral de la red tras un gran pase de Casado. A destacar el partidazo del exrayista, al igual que el de su compañero en la banda contraria de la defensa, Carvajal, que estuvo una vez más a un altísimo nivel.

El primer gol del Castilla podría servir como definición del partido. Juanfran y Carvajal se inventaron un jugadón por banda derecha que culminó el extremo con un centro al área que le cayó a Morata. A pesar de estar rodeado de hasta tres defensas, el delantero consiguió rematar, estrellando su disparo en el cuerpo de Falcón. El balón quedó muerto y, mientras los mismos tres defensas miraban, Morata buscaba el esférico y lo colaba en la portería rival.

En la segunda mitad, Joselu repitió el mismo patrón que su compañero para hacer el segundo. Recibió en la frontal, chutó y, tras una buena parada de Falcón y ante la pasividad y permisividad de la defensa del Lega, aprovechó su propio rechace para abrir brecha. Entre ambos goles hubo espacio para la polémica. En el minuto 44, el colegiado Medié Jiménez anuló un gol a Rubén Navarro por un dudoso fuera de juego. Dos minutos después, en el añadido del primer tiempo expulsaría a Ramón Blázquez al enseñarle la segunda cartulina amarilla.

Cometió el Castilla el grave error de dar por muerto el partido y al Leganés. Se dedicó a sestear, a tocar y a no rematar las ocasiones que tuvo. Ni Jesé, ni Joselu, que tuvieron las más claras, fueron capaces de hacer el tercero. El filial lo dio por bueno y el Leganés, con 10, se preguntó que por qué no iba a ser capaz de hacer algo más. Y lo hizo. Y a punto estuvo de sacar frutos de ese arreón final. David López fusiló a Mejías tras una caraja blanca al defender un saque de falta lateral y llevó el nerviosismo a las filas madridistas.

El destino del Castilla era sufrir. Porque si no, no se entiende que los remates de Joselu en el 85 y en el 86 no entrasen en la portería pepinera. Por dos veces se estrelló el ex del Celta con la madera. Primero, de semichilena. Un minuto después, de cabeza. Y el Lega que iba a tener su ocasión. En el minuto 89. Y en la cabeza de Rubén Navarro. Pero el remate del delantero salió rozando el palo y con él las esperanzas del equipo del sur de Madrid de hacer la machada de levantar dos tantos de desventaja con un jugador menos.

En el debe del Castilla quedará el no haber sabido resolver el partido con solvencia. Pero lo que cuenta al final son los tres puntos que hacen que los de Toril sean aún más favoritos para terminar como primeros de grupo y estar más cerca del ansiado ascenso. Para el Leganés, la victoria le hunde en los puestos de abajo, donde deberá remar a contracorriente y cada vez con menos tiempo antes de caer en la catarata de la Tercera División.