Atlético de Madrid | El planteamiento del equipo rival
El rigor táctico le valió a Caparrós la victoria
El entrenador estuvo muy rápido y después de la expulsión de Ramis reagrupó a su equipo. AS fue testigo de cómo el técnico le entregaba a Tissone un papel con el nuevo sistema para aguantar el resultado.
Caparrós logró ganarle la partida a Simeone gracias al partido que planteó. El de Utrera supo reponerse a pesar de jugar con un hombre menos y logró aguantar el resultado y llevarse la victoria ante el Atlético. El momento de la expulsión resultó clave para el Mallorca y el técnico bermellón supo reaccionar con rapidez y claridad. En el mismo momento en el que Ramis se iba a la caseta por haber evitado un gol con la mano, el entrenador se puso a pensar en cómo recomponer el equipo. Cendrós, un defensa, entró por Hemed, un centrocampista, tres minutos después de la roja a Ramis y Caparrós recompuso el equipo.
¿Cómo hizo saber su nueva disposición de juego a todos los futbolistas que estaban sobre el césped? Llamó a Tissone a la banda, que sería el mensajero. Allí, en vez de explicarle el nuevo esquema para que se lo transmitiera a sus jugadores, decidió entregarle un papel con la nueva colocación de cada uno. Así se aseguraba que la tensión del partido no le hiciera olvidar las palabras, ya que visualizando el 4-3-1-1 con el que quería jugar iba a ser más sencillo de transmitir para el centrocampista. El futbolista recorrió varios metros sobre el campo, leyó el papel, lo tiró y mandó a cada uno de sus compañeros a su nueva ubicación.
Sería el esquema con el que Caparrós logró contener al Atlético y ganarle los tres puntos a Simeone. En esa hoja, Caparrós escribió rápidamente y casi con iniciales la nueva forma de jugar del equipo mallorquinista en un 4-3-1-1: DU (Dudu Aouate); CE (Cendrós), CH (Chico), NU (Nunes), CA (Cáceres); PERE (Pereira), MAR (Martí), TISS (Tissone); CHORI (Chori Castro); y VICTOR (Víctor).
Después de que cada uno recibiera sus órdenes, el Mallorca se mantuvo juntito y atrás a la espera de mantener el resultado, renunciando al ataque. Ante el golazo de Falcao nada pudieron hacer los futbolistas del conjunto isleño, pero mantuvieron el rigor táctico que su entrenador les impuso en las órdenes que les transmitió Tissone. Todo ello, unido a alguna dosis de fortuna, hizo que Caparrós celebrara en la banda al final del partido los tres puntos como si fueran un título.