Diario As | A la última

Plaza Mayor

<b>Desmadre en Australia. </b>Descocarse es esto: manifestar desparpajo y descaro. En caso de tener melena, también se dice desmelenarse, y en el supuesto de tener madre y no parecerlo, el término preciso es desmadrarse. Así vivió la joven que nos ilustra el Gran Premio de Australia. Como si Button no tuviera novia.
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Hoy es San Mou

Hoy es el Día del Padre, también conocido como Día de Darth Vader ("Yo soy tu papi"). La fiesta es completa para aquellos progenitores que se llamen José y sean carpinteros. Este es el caso de Mourinho: papá, Don Pepe, Supremo Comandante de la Flota Imperial y ebanista (palos y leña en general). Desde aquí le deseamos feliz día en compañía de sus seres queridos, Sahin, Albiol y demás.

Pep tiene fecha

Todo indica que Guardiola comunicará su renovación el Jueves Santo. Será en un acto sencillo. La conferencia de prensa está convocada en el huerto de Getsemaní (léase Mercado de la Boquería), después de una cena macrobiótica con los muchachos y un beso de Piqué. Acto seguido, Pep abandonará su forma carnal y se convertirá en holograma con pantalón pitillero. Lo típico, vamos.

Bolas muy calientes

Paul Breitner podría sufrir quemaduras de segundo grado en su mano derecha después del sorteo del pasado viernes. Quien debía calentar la bola del APOEL confundió la receta Saporta con la de los huevos escalfados y la tuvo 20 minutos en el microondas. Y con el grill puesto. Breitner se repondrá, pero cada vez que agite la mano para saludar ondeará en su mano la estrella de la Champions.

Ojo al APOEL

El APOEL no se sentirá extraño en Madrid. Es un club tan castizo que su portero se llama Chiotis y baila en una baldosa. Además, visten de amarillo, su arma más temible. Guardiola diría que es un equipo peligrosísimo, con despliegue por la costa y pespunte en la sisa. Pese a todo, gracias Breitner. Don Santiago estaría orgulloso. Y Mao también.

Raúl en San Mamés

El sorteo de la Europa League también tuvo bolas calientes (dos): nos tocó Raúl. El destino se ha empeñado en que no le olvidemos nunca y él se entrena para lo mismo. El jueves brilló, ayer marcó y pronto estará en San Mamés. Su insistencia es digna de un exnovio en celo. No parará hasta volver al Bernabéu, sea vestido del Schalke o de solista de Los Platters.

Hacienda FC

El fútbol español le debe a Hacienda 752 millones de euros (despistes varios). Y no es tanto. Después de gastar a manos llenas, dilapidar el patrimonio y acabar con las existencias de gambas con gabardina, nuestro fútbol sólo le debe al fisco el equivalente a diez Kakás. Será depositarlos en caja y quedar libres. No es tan difícil. Chicos morenos los hay por docenas; el problema será que vayan a misa.

Torres ha vuelto

El mundo estaba pendiente de dos prodigios y ya se ha producido el primero. Fernando Torres volvió a marcar después de cinco meses. Dos goles, además. Y frente al Leicester, un equipo de Segunda, pero muy correoso; hasta portero tiene. Ahora ya sólo falta que llueva en Madrid, donde no cae gota desde la boda del Príncipe y Letizia. Sus altezas harían mucho bien si volvieran a casarse.

F-1: nada cambia

Después de invertir 300 millones de euros en su último monoplaza, lo más conseguido del nuevo Ferrari es el rojo guinda. Lo demás resulta conocido: el coche corre poco y no tiene baca. Mejor le van las cosas al modesto equipo español HRT. Un secador de mano hará las veces de túnel del viento. Esto no asegura la clasificación, pero garantiza la permanente de Pedro de la Rosa.

La frase

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