Liga Adelante | Xerez - Real Murcia
Iñaki sube la exigencia a pesar de las mil bajas
Ganar para evitar problemas. Chando y Galder, de salida.
Hace dos meses y medio, exactamente hace 11 partidos, con el cambio de año, el Murcia buscaba puntos para consolidar su sitio en el playoff. Ahora, desperdiciadas todas estas semanas, lo que busca, y además ya nadie se corta en decirlo abiertamente, son los puntos necesarios para asegurarse cuanto antes la salvación y de paso un tranquilo final de temporada.
Con ese animo, y por primera vez hablando en clave de salvar el pellejo, llega el Murcia a Chapín. Así y con muchas bajas, hasta siete... y además de peloteros importantes como Iturra y Cristian a los que suplirán Cerrajería y Chando, aunque la verdad, llegado este punto, da un poco igual quién falte o quién juegue. En un plantel en el que el paso de las semanas (y de los marcadores) deja claro que no hay ni intocables ni tampoco infalibles, todo pasa por ganar un partido, por pillar la ola buena perdida desde hace demasiado tiempo. ¿Cómo? Pues agarrándose a las divisas que llevaron al Murcia a estar 10 semanas sin perder: orden, intensidad y jugadas de estrategia como atajo para marcar.
Un rival-igual. Enfrente, un Xerez que es clavadito a los grana en muchas cosas. Lo mismo que el Murcia, el Xerez se ha clavado ante equipos de la zona alta; que vive instalado en una zona aparentemente tranquila (ojito con eso)... y que, como les ha ocurrido a los murcianistas en otras temporadas, no cumple con las expectativas de ascenso para las que fue preprogramado el pasado estío. Además, los de Moreno también tienen bajas (José Mari, Capi, Gerard... gente importante)... Pero que más da, todo pasa por ganar para acercarse a la orilla.
Crispación con los dueños y con los árbitros
Chapín no es un campo complicado para los visitantes. La pista de atletismo que separa el verde del graderío y el escaso tirón de los de Vicente Moreno hacen que el feudo jerezano no sea de los más calientes de Segunda, pero esta tarde Chapín sí puede ser una olla. Protestas contra los actuales propietarios del club (Grupo Energy) y contra los arbitrajes sufridos calentarán Chapín.