Liga BBVA | Granada - Sporting
Final en Los Cármenes
El Granada busca dar la puntilla a un Sporting crecido.
Pues sí Abel, es una final. Al menos así se deben tomar Granada y Sporting el partido de hoy en Los Cármenes. Es fácil, no obstante, entender la intención del técnico del Granada al rebajar la tensión y desacreditar el carácter de vital con que se presenta el envite de esta tarde. Porque es cierto que sea cual sea el resultado, todo puede ser reversible en las once jornadas restantes. Pero no es menos cierto que el renacido Sporting de Javier Clemente se juega la vida a los pies de La Alhambra. A tres puntos de la salvación e hipermotivado tras un laborioso triunfo ante el Sevilla, el Sporting tiene que levantar hoy poco menos que un match point en Los Cármenes. Si hoy responden los asturianos, cogerán el rebufo precisamente de un Granada al que meterán en el lodo hasta el final.
Y ahora pónganse la camiseta del Granada: tres derrotas consecutivas y una mala racha amenazante justo en el peor momento de la temporada, cuando se deciden las cosas. Habrá que ver cómo manejan los de Abel la presión de tener que ganar sí o sí. Quizás, temeroso de ello, habrá querido el técnico proteger a los suyos. Sabedor, además, de que será su Granada quien lleve el peso del partido y tenga que buscar la paciencia necesaria para hincarle el diente al rival.
Defensa. Porque las cartas están sobre la mesa. Nadie engaña a nadie, y mucho menos Clemente. Pero ojo: el plan del Sporting también era conocido de sobra por el Sevilla y éste cayó en la trampa. Clemente ha dotado al equipo de oficio y una estrategia clara. Pero si hay algo que terminará inexorablemente siendo decisivo es el rendimiento defensivo. El Sporting, equipo más goleado fuera de casa, se la jugará hoy sin Gregory, fundamental. El Granada, que no deja la puerta a cero desde diciembre, tendrá de nuevo a Siqueira en el lateral zurdo -Borja de central-. Mientras, el Sporting confiará el ataque a la inteligencia de Barral y la movilidad de Trejo y Mendy, Abel decidirá entre Ighalo o Uche. Martins vuelve a tiempo para tirar de galones. Lo dicho: no hay secretos, pero sí un partido súper decisivo. Final... o llámenle como quieran.