Del Teatro a La Catedral

El Athletic afronta un reto histórico: noquear al subcampeón de la Champions. La demostración de los Bielsa Babes en Old Trafford sirvió para recuperar prestigio en Europa y vengar a los leones del 57, pero la eliminatoria ha dejado una herida abierta en los Diablos Rojos, que se quieren sacar la bala. La prensa inglesa habló de menosprecio hacia el Athletic y reclama una reacción a la altura del Manchester United. Y claro, con un ejército liderado por Rooney (con la pegada de su ídolo Tyson), y guiado por Giggs, Scholes y Chicharito. El 2-3 es un magnífico resultado para los locales si parten casi de cero. Tocará sufrir, defender a muerte, y, sobre todo, atreverse en La Catedral a triangular como en el Teatro de los Sueños. ¡Qué dos escenarios!

El efecto sorpresa ya no es una baza. Ferguson ha aprendido la lección y blindará su medular con Carrick y quizás Scholes. Lo que tiene en vilo a los leones, que serán llevados en volandas por una afición enloquecida, es la situación física de Llorente. No se entrenó en serio hasta anoche. Debe jugar por lo que intimida y obliga. Susaeta y Muniain viven de la falta de ayudas de los centrales en el uno contra uno. De Marcos jugará mermado por la gripe. Ya lo hizo bajo mínimos en Pamplona y también se fue en velocidad. Bielsa quiere alinera a los mismos once de la ida. Se han ganado repetir.

Al zarandeado Manchester no le bastará con dejarse dominar para lanzar a Young, Rooney, Chicharito y, si regresa, Valencia. Deberá quitar la pelota al Athletic (en Old Trafford la tuvo sólo un 42 por ciento) para no sumar su segundo fracaso en Europa esta temporada. Tras ver al Basilea ante el Bayern... Los líderes de la Premier no han estado para grandes empresas. Ojalá no despierten hoy.

2.000 hinchas del United en Bilbao

El pase a los cuartos de final también se jugará en la grada de San Mamés. El United ha llegado acompañado de cerca de 2.000 aficionados y muchos de ellos se hacen notar desde que al mediodía pusieron pie en el aeropuerto de Loiu.El desembarco, que no tiene nada que ver con el éxodo que protagonizó la pasada semana la afición rojiblanca en Manchester, está acompañado de unas importantes medidas de seguridad por parte de la Ertzaintza, que nunca ha destinado tantos agentes a un partido de fútbol. El nivel que ha otorgado la Policía autonómica al encuentro es similar al que tuvo el Mundial de Ciclismo de San Sebastián, en 1997.