Pep sigue en silencio y el culé se desespera
El técnico sigue sin decir si se queda o se marcha

La de ayer era una fecha marcada en color rojo en la agenda de muchos, pues era el día en que supuestamente debía desvelarse el futuro de Guardiola. No había datos objetivos que avalaran esa teoría, pero el runrún en el entorno azulgrana era ese. Pero Pep sigue en silencio, meditando, y el barcelonismo, tan paciente al inicio, empieza a desesperarse.
Y lo cierto es que la jornada empezó con una serie de inputs que invitaban a pensar en un anuncio inminente. Que si era ésta una semana sin fútbol intersemanal, que si el chantaje emocional de Xavi el día anterior o de Messi el pasado lunes... Pero el más claro, lo determinó la presencia, ayer a mediodía, del representante del técnico, Josep Maria Orobitg, en el Camp Nou. Tras una reunión "ordinaria" con Pep y Tito Vilanova en el despacho de éstos, el agente se fue por donde llegó. Sin hacer declaraciones. Sin aportar luz al caso. El barcelonismo sigue a oscuras.
Se lo piensa.
Y a todo esto, Guardiola sigue con su intenso debate interior. Durante los últimos días ha tenido tiempo para madurar su decisión, pero también para desconectar del todo del asunto: el pasado martes estuvo jugando al golf junto a su amigo Gerard López y por la noche fue al Liceu para ver la obra La bohème.