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Liga de Campeones | Real Madrid - CSKA

"Creemos en el milagro y en fútbol todo es posible"

El CSKA aterrizó ayer con 26º de diferencia con Moscú.

<b>EN BARAJAS. </b>El CSKA aterrizó en la Terminal 1 del aeropuerto a las 14:35 horas y luego se marcharon al hotel Hesperia.
carlos martínez

De la nieve y el frío de Moscú al calor primaveral de Madrid. De los inseparables guantes a la confortable manga corta. Este cambio brusco de temperatura de 26 grados fue lo que se encontró ayer el CSKA al aterrizar a las 14:35h. en la Terminal 1 de Barajas, procedentes del aeropuerto de Sheremetyevo.

La expedición rusa vino con 48 horas de antelación con la intención de acoplarse a las nuevas condiciones meteorológicas. "Tenemos que jugar al fútbol y olvidarnos del resultado", resaltaba su entrenador, Leonid Slutski. Su llegada a Madrid fue placentera. El mercurio registraba 23 grados a las 15:00h. (en comparación con los -3 de Moscú). Técnico y jugadores firmaron algún autógrafo a los escasos aficionados que se encontraban en Barajas. Su ayudante, Onopko, advirtió que el CSKA no viene de turismo: "Creemos en el milagro y en el fútbol todo es posible".

Encabezó la expedición el guardameta y capitán del equipo, Igor Akinfeev. El portero titular se rompió los ligamentos en agosto y el pasado domingo se entrenó de nuevo con sus compañeros. No obstante, parece improbable que Slutski le ponga mañana de titular en detrimento de Chepchugov. Wernbloom, autor del gol del empate en Luzhniki, se mostró molesto con las declaraciones de Mou: "No entiendo por qué me catalogan como jugador agresivo...".

Táctica. "El Madrid tiene cinco jugadores clave: Casillas, Ramos, Pepe, Xabi y Cristiano. El resto de las piezas pueden cambiar sin que el equipo lo note", sostiene Slutski en Sport Express.

El CSKA descansó ayer un par de horas en su hotel de concentración y a las 17:00h. puso rumbo a Valdebebas. Un entrenamiento a puerta cerrada de poco más de una hora en el que necesitaron hidratarse más de lo habitual por las altas temperaturas. Los rusos también deben aclimatarse a la hierba natural, porque su estadio es de césped artificial.