El Girona respira en un partido con polémica

El Girona se ha impuesto al Xerez por 5-3, en un partido con muchas alternativas, en el que ambos equipos finalizaron con diez jugadores y los andaluces reclamaron un penalti, por manos de Luso en el minuto 73, que les podría haber permitido entrar en el encuentro.

El Xerez empezó de la mejor manera con un tanto de José Mari a los nueve minutos del partido. El dominio fue a partir de entonces del Girona, con ocasiones, aunque sin concretarlas, hasta que en los minutos finales del primer tiempo, el partido enloqueció.

Un penalti a Acuña, transformado por Jandro, permitió al Girona empatar el partido, en una jugada en la que, además, supuso la expulsión de Mendoza.

Poco después, Acuña adelantó a su equipo (2-1) y antes del descanso, en un error defensivo, los andaluces empataron el partido, por medio de Pablo Redondo y con el 2-2 se llegó al descanso. Jugando con superioridad numérica, el Girona fue a por todas y Yago, a la salida de un saque de esquina, puso a su equipo nuevamente por delante.

Y, coincidiendo con los mejores momentos de juego del equipo de Josu Uribe, el Girona parecía encarrilar el partido definitivamente con el 4-2, obra de Jandro en el minuto 70.

Tres minutos después se produjo una jugada que podría haber cambiado el signo del partido, ya que Luso sacó con la mano y bajo palos un remate de José Mari. El partido podría haber supuesto la expulsión del jugador del Girona y una inmejorable ocasión para el 4-3.

Sin embargo, Coro, en una gran jugada a la contra, puso el 5-2 que prácticamente decidía el partido. Maldonado acertó a acortar distancias en el marcador para los andaluces (5-3) y el Girona vio cómo se quedaba con un jugador menos, tras la expulsión de Tébar.

En los seis minutos de tiempo añadido, a pesar de los intentos de los andaluces, el marcador se mantuvo inalterable y el Girona conquistó una victoria que le permite respirar en su lucha por mantener la categoría.