Tensa calma en la primera sesión tras la derrota de Vallecas

Estos no se atreven a salir", comentaba alguno de los espectadores que ayer se dieron cita en la Albericia al ver que pasaba casi media hora del horario oficial de entrenamiento, las 10:30, y los futbolistas no se habían dejado ver sobre el césped. Obviamente, no tenía razón de ser el comentario ya que el equipo, como es habitual dos o tres días por semana, había iniciado la sesión de entrenamiento en el gimnasio. Sin embargo, esas palabras son significativas del ambiente extraño que rodeó la sesión. Más público y, salvo una excepción, menos ruido que nunca. En el propio campo se podía oír el silencio. Técnicos y jugadores estuvieron más serios y silentes de lo habitual.

Pese al aroma enrarecido que flotaba en el ambiente, lo cierto es que no pasó nada que impidiera el normal desarrollo de la sesión de trabajo planificada para empezar a preparar el partido frente al Barça.

En la bici. Christian Stuani, que no pudo entrenarse la semana pasada con normalidad (llegó a ser sometido a una ecografía el jueves), y que hubo de retirarse sobrecargado el sábado después de pasar el descanso en la camilla, tampoco ha podido empezar la semana trabajando con el grupo. Se quedó en el gimnasio y contempló gran parte de la sesión desde la bicicleta estática.

Lo más significativo del entrenamiento fue el trabajo táctico, a campo completo, para intentar salir desde atrás en pocos pases (pero sin rifar el balón), eludiendo la presión del Barcelona. Muchos lo han intentado...

Jairo, por cierto, se entrenó esta vez de segundo delantero y Munitis en la izquierda.

Un solo grito contra Juanjo

"¡Sinvergüenza..., arranca!", ése fue, justo en el momento que saltaba al terreno de juego Juanjo González, el único grito que se oyó ayer en La Albericia fuera de la rutina habitual. La muestra de repulsa que se quiso organizar la tarde anterior en las redes sociales se concretó apenas en un aumento de los espectadores habituales: de 15 a 30, más o menos. Entre los nuevos, varios peñistas. Uno de ellos, Jesús García, de la Peña Metales, fue el autor del solitario grito. Que se prepare Juanjo; también empezó solo contra Pernía...