Piqué: la pérdida de orientación de una vida paralela

EL PERSONAJE: Piqué: la pérdida de orientación de una vida paralela

Piqué es de todo menos un tipo corriente. Su vida es más propia de un gran artista de Hollywood que de un defensa central del Barcelona. De hecho, le persigue la fama con tanta fuerza como él acepta recibirla. A sus 25 años ha escrito un libro, tiene más de dos millones de fans en Twitter, es imagen de firmas de ropa y relojes, mantiene un noviazgo con la archiconocida Shakira y es el chico guapo y a la vez rebelde que cautiva a las adolescentes con una simple sonrisa. Demasiado brillo y pomposidad en la vida paralela de alguien cuya verdadera preocupación es el fútbol. Tanto ruido que a veces puede confundir a quien siempre fue un chico educado y culto. Discutir si su expulsión frente al Sporting fue justa o no entra dentro del debate futbolístico. Bien. Pero declarar que resultó premeditada y personal contra él descubre una pérdida de orientación peligrosa. Hay vida más allá de uno mismo y Gerard debería darse cuenta. Antes de que sea tarde.

El esfuerzo de kaká por volver a ser quien un día fue

Kaká volvió a ser Kaká. Quizá el mejor Kaká que se haya visto con la camiseta del Madrid. Su enérgico esfuerzo ante el Espanyol demuestra un trabajo físico encomiable en estos duros meses de superación personal. Recuperar esa chispa de velocidad también permite disfrutar de una zancada que muchos presagiaban ya destinada a las hemerotecas. Pero no. Un gol y dos asistencias elevan su encuentro de ayer al más alto de los escalones como futbolista del Madrid. En realidad es también la constatación de que ni la más rutilante estrella se salva del sacrificio y el esfuerzo que supone ser un jugador de primer orden. El brasileño ha empleado su tiempo en desvivirse por volver a ser quien un día fue. Otros quizá hubieran desistido. No así él. Y el premio llega por fin.

Un minuto de gloria ya vale una carrera

El Zaragoza se agarra a todo tipo de fe y milagros en su complicada lucha por la permanencia. Su victoria ante el Villarreal tuvo tintes épicos y se gestó en cinco minutos finales de revolución total. Tal fue el motín que el gol de la victoria lo consiguió Abraham, un lateral o interior zurdo cuyo protagonismo no pasa precisamente por marcar. Pero de vez en cuando el fútbol reserva los mejores lugares a héroes anónimos, gente honrada y modesta que siempre abraza a otros en vez de ser abrazados. Peones como Abraham. Soñadores como Abraham. Un minuto de gloria como este en toda una carrera bien merece la pena. Y si aviva el anhelo por la salvación, aún más.

Miranda: otro hijo de la 'copinha'

El grado de rendimiento de los jugadores brasileños en la Liga es altísimo. El último que se está sumando a esa lista es el atlético Miranda. En casi todos los casos existe la coincidencia de que han jugado como juveniles en Brasil un torneo de gran prestigio y exigencia llamado Copinha. Año a año, los mejores equipos y jugadores Sub-18 del estado de Sao Paulo se enfrentan en una competición de enorme nivel y exigencia. Un cóctel de talento puro. También un banco interesantísimo para ojeadores de clubes europeos. Miranda despuntó en él en 2004 y años después su ciclo le conduce al Atlético. Como les sucedió antes a otros. Todos ellos hijos de la Copinha.

El secreto quizá haya llegado de la rioja...

La Real sigue teniendo problemas en la elaboración. Además de al espléndido Illarramendi -sancionado los dos últimos encuentros-el técnico Montanier tiene al jovencísimo riojano Rubén Pardo para corregir esta situación. Ya fue la brújula de la Sub-19 en la conquista del Europeo el pasado verano y su paulatina irrupción revela que aquellos territorios sin equipo en Primera son un filón para las canteras vecinas. La Rioja es un buen ejemplo. Así, en el derbi de ayer entre Athletic y Real se vieron las caras dos jugadores captados en Rincón de Soto, el propio Pardo y Fernando Llorente. De vez en cuando surgen tesoros en lugares sin equipo de Primera. Descubrirlos tiene premio.