Italia acoge sin inquietud la derrota ante EE UU

La derrota de Italia contra Estados Unidos es más histórica, por ser la primera, que preocupante. Según la tradición italiana, los amistosos nunca interesan a la gente y a los jugadores. En particular en esos días en los cuales se ha hablado más de las polémicas del Milán y la Juventus y nunca de la selección. Pocos minutos después del final del encuentro, ya se hablaba otra vez de la liga, del incierto futuro de Ranieri en el Inter y de la Champions, donde el equipo nerazzurro se juega su futuro ante el Marsella.

La selección, en este momento, es un fastidio para todos menos para Cesare Prandelli, que parece no estar preocupado por la segunda derrota seguida. Y es que ya perdió el último partido de 2010 en Roma frente a Uruguay.

Pero más allá de las estadísticas, porque Prandelli nunca había perdido dos partidos consecutivos, hay que preocuparse porque Italia no es todavía un equipo definido y nadie sabe cuál puede ser el once titular, cuando debute en la Eurocopa contra España, ni tampoco se sabe aún qué rol desempeñarán algunos jugadores. En particular, hay mucha incertidumbre en torno a la delantera porque los nuevos como Giovinco, Matri y Motta, experimentado como regista ofensivo, han decepcionado.

Ahora se espera la recuperación de Gioseppe Rossi, que es una incógnita, y la vuelta de Mario Balotelli, al que el seleccionador no ha convocado para el partido contra los estadounidenses por motivos de disciplina (ya ha sumado ocho jornadas de suspensión en Inglaterra esta temporada y Prandelli ha querido, de esta manera, darle un toque de atención).

Italia, como todos los equipos, vuelve a reunirse a finales de mayo y Prandelli quiere que los clubes le permitan convocar a los jugadores para hacer entrenamientos y jornadas de convivencias. Pero habrá una guerra interna porque los clubes no quieren y esto es un problema más para la squadra azzurra.