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Europa League | Athletic

Rooney se hizo mayor jugando ante el Athletic

El equipo rojiblanco participó en el amistoso que servía de homenaje al capitán del Everton, David Unsworth, que había pedido enfrentarse a los leones. Rooney salió en el once inicial, tal y como reclamaba ya la afición pese a que todavía se trataba de un juvenil con una pegada extraordinaria. De aquella formación del Athletic solo resiste en la plantilla el ahora lesionado Gurpegui.

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<b>OVACIÓN DE LUJO. </b>Rooney recibió una gran ovación cuando fue sustituido, ante la mirada al fondo de Joseba  Etxeberria.
JUAN FLOR

Jamás olvidaré a aquella bestia: tenía 16 añitos y embestía a los leones con una bravura alucinante. Un sábado 10 de agosto de 2002, un tal Wayne Rooney se hizo mayor en Goodison Park. Hacía su debut ante su público con el Everton, aperitivo del oficial doce días después frente al Tottenham. Y su rival en la presentación era nada menos que el Athletic, al que volverá a medirse con la casaca roja del Manchester United, el equipo que únicamente esperó dos años para fichar a un delantero poderoso, con aspecto de boxeador. Pagó 26,5 millones de libras (31 de euros), un negocio muy rentable y que rompió el corazón de los toffees.

Once a blue, always a blue (Una vez azul, siempre azul) había escrito en una camiseta interior Rooney, celebrando su ascenso al Everton, en el que llevaba desde los nueve añitos goleando sin parar (hasta 114 en 29 partidos en edad alevín). No cumplió el lema y su marcha supuso una traición para Goodison Park. En la ciudad del río Mersey había crecido el antídoto al crack precoz del vecino, Michael Owen. Caprichos del destino, hoy ambos viven a 45 kilómetros de su querido Liverpool. Juegan en Old Trafford.

Howard Kendall, el laureado técnico del Everton que dejó una huella imborrable en el Athletic, aprovechó la concentración de los entonces entrenados por Jupp Heynckes para hacer una visita. Sus palabras de advertencia sobre Rooney fueron las siguientes: "Van a asistir al debut en casa de un chico que hará historia, Wayne Rooney. Es fuerte, listo, rápido. La gente le ve como una posible figura. Le comparan con Owen, aunque no se parece físicamente".

El Athletic participaba en el amistoso que servía de homenaje al capitán del Everton, David Unsworth, que había pedido enfrentarse a los leones. Rooney salió en el once inicial, tal y como reclamaba ya la afición al técnico, David Moyes, que trataba de mimar a la perla alineándole en los segundos tiempos. Pero el juvenil ya era un toro, estaba desarrollado muscularmente e iba a la guerra en cada balón.

Que se lo pregunten a Vales y Karanka, que sufrieron sus primeros arreones, o al portero Lafuente, al que puso en apuros antes de ser suplido a la media hora por Aranzubia tras un encontronazo.

De aquel once que presentó Heynckes ante el Everton de Rooney, Gravesen y Radzinski únicamente queda en el equipo Gurpegui, quien por lesión no podrá medirse a Wazza, como le bautizaron en la Selección Inglesa heredando el apodo de Gascoigne con la inicial W de Wayne. Hay un detalle: jugó el último cuarto de hora el hoy presidente del Athletic, Josu Urrutia, quien coincidió cuatro minutos con él sobre el campo tras suplir precisamente a Gurpegui, a quien el técnico ya empezaba a pulir. Nueve minutos más estuvo sobre la hierba Larrazabal. Rooney se hizo mayor ante el Athletic, esperemos que, como aquella vez, gane el Athletic. Fue un 0-1 de Isma Urzaiz. Quizás le toque ahora a Fernando Llorente.