Ryan Giggs, un mito a la altura de los más grandes

Este fin de semana marcó Paul Scholes el primer tanto de la victoria del Manchester United ante el Norwich y Ryan Giggs le dio el triunfo al final en su partido 900 con la camiseta del club. Una bestialidad, vamos. Y el galés goleó a lo Manchester: al final, cuando lo necesitaba el equipo que ahora está a dos puntos del City. Es decir, de nuevo actuando como lo que son, tanto el club como el futbolista: ganadores, esa cosa tan difícil de lograr y casi imposible de mantener durante mucho tiempo. Las palabras de Alex Ferguson reflejan el sentir de la afición y del mundo futbolístico inglés: "Son los dos mejores jugadores de la historia de este club". Giggs, en su vigesimoprimera temporada en Old Trafford y con 38 años, ya no tiene la velocidad de antaño pero sí el instinto goleador que se aprende con la madurez: apareció en el segundo poste a recoger el centro de Ashley Young. Scholes y Giggs, que renovó por un año más, empezaron un partido juntos hace 17 años y nadie discute que pertenecen a la estirpe de los Bobby Charlton, George Best o Duncan Edwards.

Ferguson supo desde el primer momento que el centrocampista reconvertido ahora en jugón era especial: "Parecía un perro canijo que perseguía un trozo de papel de plata empujado por el viento".

Solamente Paolo Maldini ha jugado más partidos en el único club en el que jugó, 902 por el Milán. Nadie tiene más títulos que él: doce ligas, dos Ligas de Campeones, cuatro Copas, tres Copas de la Liga y una Intercontinental. Ferguson ha reconstruido la plantilla en cuatro ocasiones y en todas ellas, Giggs jugó un papel crucial mientras el futbolista cambiaba su juego para adaptarse a su cuerpo. Hoy es un mediapunta a lo Silva que encuentra espacio y tiempo donde no lo hay y con ocho asistencias esta temporada.

Giggs es un caso curioso de futbolista que ha sufrido en los últimos años todo tipo de rumores y ha sido señalado en las portadas de diarios sensacionalistas, lo que no ha afectado al cariño que le tienen tanto sus compañeros de profesión como la afición.