Liga BBVA | Osasuna 2 - Granada 1
Osasuna da las gracias
Los errores atrás frenan al Granada. Golazo de M. Rico.
Sueña Osasuna con la Champions tras el triunfo ante el Granada, en un partido donde el conjunto rojiblanco se fue diluyendo como un azucarillo. Disfrutó al principio, sobrevivió después y murió con la lesión de Martins antes del descanso. Ahí se acabó el fútbol del Granada, una gran ocasión para asaltar el Reyno. Porque con el portugués en el campo hizo lo que debía, mereció más, hasta tal punto de convertir a Andrés en el gran protagonista del partido. El meta rojillo se salió con 0-0, en dos disparos a quemarropa del propio Martins y Uche, que bien pudieron cambiar el encuentro. Luego Osasuna contó con la colaboración de la madera y la poca puntería rojiblanca. Y con los regalos de la zaga visitante, sobre todo de Nyom. El Granada deja el descenso a cuatro puntos, un poco lejos, pero un poco cerca.
Dijo Abel en su presentación que el Granada iría siempre a por los partidos y bien que lo está cumpliendo. Otra cosa es que luego la dichosa pelota no entre. Es un equipo atrevido, directo y veloz, con cierto gusto por el buen toque que atrae al espectador. Pero atrás es un mar de dudas y muchas veces, como ayer en el Reyno, sale condenado. La china le tocó esta vez a Nyom, un portento físico para arriba y un peligro dentro de su área. El camerunés realizó dos acciones que desde pequeño le enseñan a uno a no hacerlas. La primera, pasable, dejar botar un balón antes que darle de cabeza. La jugada acabó en córner y tras él el 1-0 de Nekounam. Y la segunda, horrorosa, despejar al medio y flojo dentro del área pequeña. Lekic no perdonó.
Reacción. Pero este Granada soporta bien los golpes y reaccionó pronto con un golazo por la escuadra de Mikel Rico. El medio vasco juega y hace jugar, y se ha ganado a pulso la renovación. Por algo es el mejor jugador rojiblanco esta temporada. Se entiende con Martins como si llevasen años jugando juntos y cuando le faltó el portugués su fútbol decayó. Y por ende el del Granada.
Osasuna respiró con el cambio del portugués. Entró Ighalo y no las vio, Uche sólo apareció para provocar la expulsión de Puñal y Andrés esperó con cierta tranquilidad. Ahora el trabajo fue para Ibrahima -sustituyó al lesionado Lekic, que tiene una fractura del cúbito derecho-, pero estuvo negado ante Roberto. El Granada apretó hasta el final, aunque sin ideas y acabó por hincar la rodilla. El Reyno es mucho Reyno y la Champions sobrevuela por Pamplona. En el otro Reino, el de Granada, bastante tienen con lograr la salvación.