El Barça pretende alargar la Liga ante un Atleti mermado

Los atléticos suelen odiar semanas como esta. Esas en las que sus amigos madridistas les invitan a café y les doran la píldora, esas de "no, si a mí me cae bien el Atleti" y "venga, majos, hacednos un favorcito". Demasiado hermano mayor condescendiente alrededor. Pero no está el Atleti como para pensar en algo que no sea en sí mismo. Pese a que las sensaciones desde la llegada de Simeone son magníficas, lo cierto es que lleva tres empates seguidos en Liga y no acaba de culminar la remontada en una lucha por la última plaza de Champions más concurrida que el camarote de los hermanos Marx. Ganar al Barça sería un tremendo y necesario golpe de autoridad.

En cuanto a los azulgrana, su grandeza les exige intentar prolongar al máximo una Liga que ahora mismo parece inalcanzable. La solvencia con la que dejó resuelta en Alemania su eliminatoria de Champions (1-3 al Bayer Leverkusen) fulmina cualquier tentación de rotar y Guardiola sacará ese once que, más que de gala, es de museo. Busquets, Xavi e Iniesta en la sala de máquinas y Alexis, Cesc y Messi como examen definitivo para esa sólida defensa que se ha sacado Simeone de la manga. Se dice mucho que Messi le tiene tomada la medida al Atleti, pero la realidad es que le tiene tomada la medida al mundo.

Por si el reto era pequeño, al Atleti le empieza a pasar factura su corta plantilla en forma de lesiones. A la conocida ausencia de Diego se sumó la probable de Arda, que entró en la convocatoria, pero tiene difícil jugar. Sin sus dos jugadores de más talento en el medio, el Cholo apostará por fortificar la zona con tres pivotes (Mario Suárez, Gabi y Tiago) y Koke. La calidad del canterano, aún expuesta con cuentagotas, se antoja vital para suministrar a Adrián y Falcao. Como fundamental será qué Piqué decide salir hoy, si el magnífico o el sólo bueno. Con Puyol no hay dudas. Ni con el partido: partidazo.