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Liga BBVA | Barcelona 5 - Valencia 1

Alves no puede con el huracán

Messi, cuatro goles, frustra el recital del portero brasileño. El Barça recupera el tono de los grandes días. El Valencia no aprovecha el gol inical de Piatti

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<b>LEO, EL EXTRATERRESTRE.</b> Messi marcó anoche cuatro goles, pero pudo marcar unos cuantos más. Lo intentó incluso de falta directa. Es de otro planeta.
LEO, EL EXTRATERRESTRE. Messi marcó anoche cuatro goles, pero pudo marcar unos cuantos más. Lo intentó incluso de falta directa. Es de otro planeta.

El Camp Nou vivió una regresión placentera a sensaciones de antaño. Puede que el maravilloso espectáculo futbolístico que desarrolló el Barcelona ante sus aficionados llegue demasiado tarde para ganar la Liga, pero en tiempos tan rácanos en situaciones agradables como los que se viven, nunca están de más exhibiciones como la que comandaron ayer Messi, Iniesta y compañía. El Valencia se llevó una manita y aún así puede regresar a su casa satisfecho. De no ser por la actuación de su portero, hoy estaríamos hablando de una goleada sonrojante. Pero incluso una noche tan acertada como la que tuvo Diego Alves, que llegó a realizar siete paradas de mérito, fue insuficiente ante el huracán que desató en el balcón de su área.

El Barça, que inició el duelo de ayer ante su más inmediato perseguidor a 13 puntos del Real Madrid, dejó muy claro que no piensa desengancharse de la Liga. Y que se mantendrá en la lucha tomando su fútbol como hilo argumental de la improbable gesta. Una victoria sin el recital de ayer no daría motivos para creer. Jugando como lo hizo ayer el Barça, se puede afrontar lo que resta de temporada con la cabeza bien alta. Y luego, cuando acabe la Liga, si hay que felicitar al campeón, pues se le felicita.

No se notaron en absoluto las bajas de Alves ni de Mascherano ni tampoco la de Xavi, que salió en los últimos minutos. Con Messi, Iniesta, Alexis y Fàbregas a pleno rendimiento, el equipo fue un vendaval.

Remontada. Y para hacerlo todo aún más épico, el partido empezó de cara para los de Emery, que a la postre volvieron a chocar ante la roca del Camp Nou. Piatti adelantó al equipo visitante, que fiel a su argumento de todo el año, volvió a flaquear en los primeros minutos. Un malentendido entre Valdés y Montoya puso a los valencianistas en ventaja. Le tocaba al Barça remar contra corriente y al Valencia saber si, de una vez por todas, era capaz de gestionar su ventaja.

Y no es que el Barcelona remara contra corriente. Es que Messi puso un motor fuera borda y el equipo se enganchó a su popa para desarbolar a un Valencia que quedó a merced del equipo local. Los valencianistas vivían de los paradones de Diego Alves, que una vez y otra y otra frustraba las acometidas de los barcelonistas.

Pero Alves es bueno. Incluso muy bueno, pero no hace milagros y cuando Rami -que estuvo espantoso- dejó una bola muerta en el área y Messi marcó el empate a los 22 minutos. Unai Emery ya vio claro que el partido empezaba a irse por el sumidero. Lo confirmó Messi antes de la media parte al recoger una pelota que Alves no pudo retener para marcar el 2-1. Pero para resarcirse de su semifallo, el portero che aún salvó tres tantos más antes del descanso y el larguero evitó uno de Fàbregas que hubiera hundido el estadio.

En la reanudación, siguió el acoso culé y la defensa numantina de Alves. En la otra área, Valdés se sumó la fiesta ante Feghouli y tras la entrada de Tello, la resistencia del Valencia se vino definitivamente abajo tras dos goles más de Messi (el cuarto, una obra de arte) y uno de Xavi que salió para participar de la fiesta.