Di Stéfano
"Si me vas a envenenar, dame doce"
¿Algún objeto por el que sienta más apego?
Por todos, pero si he de elegir, escogería los Balones de Oro.
¿Alguna anécdota en la entrega de esos Balones?
En una de las comidas de celebración me pusieron en un plato una sola ostra, una sola. No pude evitar decir que si me iban a envenenar, que me pusieran una docena al menos.
Debe recordar otras anécdotas, Don Alfredo...
Me hace gracia recordar el Trofeo Balón de Plata, que entregaba el fabricante de plumas Pluma Cervantina al máximo goleador de la Liga. Tras algunas campañas en las que me llevé el trofeo, se cansaron y se dejó de entregar.
Usted siempre recibió muchos reconocimientos.
Pero son compartidos con el equipo. Yo no era nada sin mis compañeros. Así de claro. El fútbol es un deporte de compañeros. El primer atacante es el portero.
¿Hay algún objeto en concreto del que no se haya podido desprender?
Una medalla al mejor jugador que me ofrecieron en mi primer partido con River y que llevo encima como llavero. Fue el 15 de agosto de 1944, cuando yo tenía 18 años, en un River-San Lorenzo.
¿Se imaginó aquel día lo que iba a ganar jugando?
Ni mucho menos. Sabía que se me daba bien, pero no hacía planes. De una afición se hizo una profesión. Entonces, en aquellos inicios, te divertías por encima de todo. Se hacía un fútbol más agresivo. En aquel debut con River recuerdo que José Manuel Moreno (delantero de River) me decía: "Antes que te maten, matad". Pero yo me iba a divertir, era lo que pretendía. Mi vocación inicial era la de hombre del campo: mis padres cultivaban patatas y eran ganaderos. De hecho, lo primero que compré con mis primeros ingresos fue un campo agrícola.
¿Qué cree que ganará el Madrid esta temporada?
La Liga y la Champions.