Roberto, superhéroe en la salud y la enfermedad

En una de sus muy gráficas explicaciones de todo lo que quería mejorar a los pocos días de llegar al Real Zaragoza, Manolo Jiménez dijo: "Roberto no puede ser el mejor cada partido. Nuestro portero se tiene que aburrir". Aludía a la ineludible mejora del rendimiento defensivo, pero la mejora general e incluso la primera victoria han contradicho un tanto la fórmula a la que apelaba el entrenador: Roberto fue el mejor en Cornellá, pero el Zaragoza ganó. El meta vuelve a ser el que más balones detiene de la Liga, con 95 paradas.

Roberto no ha perdido un ápice de su decisiva influencia en el equipo. El domingo contuvo al Espanyol (sobre todo a Coutinho y Kalu Uche) con un puñado de actuaciones de primer orden. Ningún otro futbolista del Zaragoza tiene el impacto individual de Roberto en la Liga. El Zaragoza aún es el segundo equipo que más goles encaja (lleva 38 en contra, por los 43 del Sporting), pero al mismo tiempo Roberto se ha situado de nuevo en estas últimas semanas como portero que más paradas hace de la Liga.

Ránking.

En los 22 partidos jugados ha sumado un total de 95 (son 4,3 por partido) y aparece destacado frente a su homónimo Roberto, del Granada (90), con el que se ha disputado la primera plaza todo el campeonato. La mayoría de los metas que más intervienen están en los equipos que luchan por la supervivencia, como es lógico: Juan Pablo, del Sporting, lleva 80 paradas. Toño, del Racing, suma 79; y Bravo, de la Real Sociedad, alcanza las 78. Sólo hay dos excepciones a esa ecuación: Munúa, en un Levante que está en Europa, ha hecho 87 paradas y es el tercero de la Liga; Iraizoz, del Athletic, ha acumulado 79.

El lujo de una plantilla hecha con pocos medios

En Cornellá, Roberto volvió a ganarle puntos a su equipo, algo que ha sido una constante durante todo el año. A pesar de la mejora del rendimiento colectivo que ha logrado Jiménez, la defensa sigue ofreciendo una impresión de inseguridad crónica que permitió al Espanyol, por ejemplo, generarle ocasiones claras sin crear mucho juego de ataque. Al descanso podría haber ido ganando. Así que la figura de Roberto sigue ofreciendo un contraste marcadísimo en un equipo con tantas carencias estructurales y reunido con muchas constricciones económicas. Lo hizo desde su misma contratación el verano pasado, cuando se convirtió de lejos en el futbolista más caro de cuantos incorporó Agapito Iglesias. Su rendimiento posterior ha justificado, al menos, esa boutade que tanta polémica suscitó. Ahora provoca tres preguntas: ¿Dónde estaría el Zaragoza con un delantero de un nivel equivalente al del portero? O también: ¿Dónde estaría si no hubiera tenido a Roberto? Y, sobre todo: ¿Cuánto durará el meta en La Romareda?