Liga de Campeones | Octavos | Ida | Milán 4 - Arsenal 0
Ibrahimovic se come al Arsenal
Fastuoso partido del delantero sueco, que marcó un gol, dio otros dos y dirigió de forma espléndida el ataque del Milán. Dos tantos de Robinho y otro de Boateng completaron la goleada.
Salvo inmolación del Milán en el partido de vuelta en el Emirates Stadium, el equipo italiano estará en los cuartos de final de la Liga de Campeones tras la contundente goleada que propinó en San Siro a un Arsenal al que superó en todos los aspectos. El líder del Calcio se adelantó al cuarto de hora con un golazo de Boateng. Una excelente jugada individual de Ibrahimovic sirvió para que Robinho marcara el segundo a placer. El propio jugador brasileño hizo el tercero ya en la segunda mitad. 'Ibra', sin duda el mejor jugador de la noche, cerró el marcador al transformar un penalti cometido por Djourou sobre él mismo.
El balón echó a rodar sin que ninguno de los dos equipos supiera hacerse con el mando del partido de forma clara. Los desviados disparos de Rosicky y Seedorf fueron los únicos acercamientos a las áreas en el comienzo de un choque que ofreció una dura batalla en la medular entre italianos e ingleses por hacerse con la iniciativa. A medida que avanzaron los minutos, fue el Arsenal el que comenzó a hacerse con la posesión del balón. Aún así, la lógica no se impuso y el Milán supo aprovechar la falta de profundidad de su rival. Fueron los locales los que dieron más sensación de peligro cada vez que llegaban a las inmediaciones de Szczesny.
Allegri se vio obligado a hacer su primer cambio antes de que se cumplieran los primeros diez minutos de partido por la lesión muscular sufrida por Seedorf, que dejó su sitio en el campo a Emanuelson. Tan sólo cinco minutos después de la entrada al terreno de juego del jugador holandés, el Milán supo culminar una de sus numerosas y peligrosas aproximaciones a la meta rival para subir el primer tanto de la noche al marcador. Una buena asistencia de Nocerino sirvió para que Boateng controlara con el pecho dentro del área y soltara un derechazo que acabó en la red tras estrellarse contra el larguero.
El tanto local no varió un ápice la tónica que el encuentro había mostrado hasta ese momento. El juego del Arsenal continuó siendo totalmente horizontal y sin atisbo alguno de poder poner en aprietos a la zaga 'rossonera'. Mientras tanto, el Milán gozaba de una verticalidad descomunal en cada una de sus acciones de ataque, en las que Ibrahimovic fue, de largo, el hombre más destacado. Fue el propio jugador sueco el que ayudó a poner más tierra de por medio con una gran jugada individual por la banda izquierda en la que lo hizo todo y en la que sirvió en bandeja a Robinho el segundo tanto del equipo local.
Wenger se vio obligado a mover fichas desde el banquillo por la lesión sufrida por Koscielny, al que retiró del terreno de juego para dar entrada a Djorou cuando sólo faltaban dos minutos para encarar el túnel de vestuarios. Ibrahimovic y Boateng pudieron firmar el tercero del Milán antes del intermedio con dos claras ocasiones que se perdieron por poco. Tras el tiempo de asueto, Wenger sacó del campo a Walcott para dar entrada a Henry, que disputó su último encuentro con los 'gunners' y regresará al New York Red Bulls. La reestructuración hecha por Wenger se fue al traste cuando tan sólo se habían consumido cuatro minutos del segundo acto. Robinho hizo saltar por los aires la nueva propuesta del técnico francés con un disparo desde la frontal que sorprendió a Szczesny y que instaló la goleada en el electrónico.
Con la clara ventaja y toda la segunda mitad por delante, el Milán comenzó a jugar a placer ante un Arsenal en situación crítica que se mostró falto de ideas para volver a meterse en la eliminatoria. Un destello de calidad de Henry cuando el crono se acercaba al ecuador del segundo tiempo sirvió para que Van Persie gozara de la única ocasión clara para recortar distancias. Una gran intervención de Abbiati terminó de desmoralizar al conjunto que hoy vestía de amarillo. Wenger realizó a la desesperada su tercer cambio, Chamberlaine por Gibbs, con la mente puesta en un gol que oxigenara las posibilidades de su equipo en el cruce ante los italianos.
El tramo final del choque discurrió con un querer y no poder del Arsenal ante un Milán que supo administrar la importante ventaja cosechada y también ampliarla. Un penalti cometido por Djourou sobra un majestuoso Ibrahimovic sirvió al delantero sueco para sumarse a la fiesta goleadora con un cuarto tanto que deja la eliminatoria casi, si no del todo, sentenciada. Tan sólo un milagro 'gunner' o una hecatombe 'rossonera' en el partido de vuelta evitarían que el Milán de Massimiliano Allegri sellara su billete de acceso a cuartos de final de la Liga de Campeones.