Liga BBVA | Zaragoza
Cornellà devuelve la fe en una salvación milagrosa
Las esperanzas del Zaragoza han renacido en uno de los estadios más difíciles, Cornellá. Ahora sabe que puede ganar y hacerlo en campos imprevistos. La salvación sigue muy lejos, así que el equipo se marca plazos inmediatos: sumar tres o cuatro triunfos en los cinco próximos partidos.
El Granada está más cerca de la Champions (siete puntos) que el Zaragoza de la salvación (nueve). Esa circunstancia explica que se ha puesto más cara la supervivencia que el viaje por Europa. El equipo de Manolo Jiménez lo sabe bien: las proyecciones apuntan a que harán falta más de 43 puntos para asegurar la permanencia. Es decir: entre nueve y diez victorias, alguna menos si los empates hicieran de atajo. El objetivo se mantiene a una distancia que parece imposible vadear a tiempo, pero el planteamiento en el vestuario es, por fuerza, más inmediato: tomar como trampolín los cinco próximos partidos contra el Betis, Villarreal y Osasuna en casa; el Málaga y la Real Sociedad fuera.
La victoria en Cornellà es un paso mínimo, pero obliga a alimentar perspectivas optimistas. No hay otro remedio y no lo habrá mientras la supervivencia sea una posibilidad matemática. Al haberse producido en un campo tan férreo como el del Espanyol, tiene un valor psicológico doble, porque demuestra que cuando se trata de la salvación no hay que desdeñar ningún partido. Lo corrobora la victoria del año pasado en el Bernabéu.
Febrero había sido marcado en rojo por las posibilidades de reacción que ofrecía. También por obligación, claro, porque era ya la última oportunidad, dado que el tiempo corre a toda prisa contra un equipo que ha visto alejarse la permanencia hasta límites inasumibles. El Rayo debió marcar el inicio y terminó en fracaso; Cornellá reequilibró el balance. Ahora, el objetivo inmediato es derrotar al Betis el lunes y tomar impulso con tres o cuatro victorias en los próximos partidos. O los puntos correspondientes a esas victorias.
La meta consiste en ir avanzando para presentarse en el último mes de Liga con opciones. Tal vez no fuera del descenso, pero sí a una distancia factible de lograrlo. Ahí es donde se jugaría todo, porque en el tramo final el Zaragoza recibirá al Granada y, tras volver de Mallorca, jugará tres partidos seguidos en casa: contra el Athletic, el aplazado del Levante, y el Racing. Luego quedaría rematar en Getafe.