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Liga Adelante | Valladolid 4 - Nàstic 0

Un Óscar de cine

Hizo un hat-trick en 24 minutos. Guerra volvió a marcar

Ignacio Bailador
<b>PROTAGONISTA. </b>El mediapunta realizó un gran partido y estuvo muy acertado de cara a la portería consiguiendo tres goles.
PROTAGONISTA. El mediapunta realizó un gran partido y estuvo muy acertado de cara a la portería consiguiendo tres goles.felipe fernández/víctor blanco

El Valladolid cada día es más grande. Concede de salida un par de oportunidades, pero en cuanto se pone el mono de trabajo arrasa a todo el que se le ponga por delante con una calidad que deslumbra. ¿El Valladolid es el Barça o el Madrid de Segunda? Podría decirse que sí porque además tiene un control de los partidos que llega a ser sonrojante. Y por encima de todo ello, la mejor noticia es que el Valladolid ha sumado 13 de los últimos 15 puntos contra equipos de la zona baja o recién ascendidos. O dicho de otra manera, ha hecho los deberes y no ha fallado ante los equipos, en teoría, más débiles llenando el zurrón de puntos para afrontar con garantías partidos de más enjundia y dificultad como es el del sábado en Córdoba o como las siguientes salidas: Murcia, Elche y Soria, o los próximos encuentros en casa ante Girona, Celta y Almería. Casi nada. Y es que tal como están las cosas, los blanquivioletas se van a jugar muchas opciones de ascenso con los rivales directos, pero para tener esa oportunidad no se debía fallar en partidos como el de ayer.

Powel falla; Óscar, no. Como buen equipo grande, salió el Valladolid un poco despistado, con la línea de defensa muy adelantada y eso lo aprovechó Powel para encarar mano a mano a Jaime completamente solo. Sin embargo, el manchego aguantó los dos amagos del holandés y a éste se le hizo de noche disparando fuera. Encima en esa jugada se lesiónó y fue sustituido por Orbegozo. También pudo marcar Bargas, pero su disparo se fue por poco. Y ahí se le apagó la luz al Nàstic, muy endeble en defensa, porque el Valladolid empezó a tocar, a moverse y a buscar la portería de Rubén Pérez, el mejor de los suyos, pero que no pudo hacer nada ante el cabezazo de Óscar. Nauzet puso el centro desde el córner, Óscar engañó a su par, Mingo, con un amago y remató solo en el área pequeña de cabeza. Se abrió la lata. El Valladolid empezó a gustarse y llegaron los mejores momentos con interminables jugadas, Óscar gustándose y los catalanes corriendo detrás del balón.

El Valladolid es tan Barça que pese a que los de D'Alessandro presionaban la salida del balón en el área local, Jaime siempre optaba por sacar el balón jugado a los laterales, a los centrales o a los mediocentros. De una de esas jugadas eternas vino el segundo de Óscar, de cine ayer con espacios, que encontró un hueco en el centro de la defensa y marcó a pase de Jofre. Y este equipo tiene de grande también que sabe presionar a las defensas contrarias. De ahí nació el tercer tanto de Óscar, que definió poniendo el balón por encima a Rubén Pérez, tras un robo de Víctor Pérez.

Con el partido decidido, el Valladolid salió en la segunda parte con la intención de que Guerra volviera a marcar tras casi cinco meses en Zorrilla. Antes lo pudieron hacer Valiente, Nauzet, Bueno o Víctor Pérez, pero al fin el malagueño cazó un rechazo de Rubén a disparo de Marquitos para volver a celebrar con su afición.