SEGUNDA B | TENERIFE
El Heliodoro gana a todos los estadios de Segunda A
El Tenerife-Albacete de la pasada jornada en la Segunda B registró más espectadores que cualquier campo de la Liga Adelante. Una prueba de que el Heliodoro sigue siendo un estadio con solera.
El descenso de categoría no ha disipado la ilusión ni la entrega de la afición del Club Deportivo Tenerife, sin discusión una de las más fieles de toda España. Lo demostró otra vez durante este último fin de semana, cuando 9.993 espectadores se dieron cita en el Heliodoro Rodríguez López con motivo del partido que enfrentaba al equipo local con el Albacete. En suma, más asistentes que a cualquiera de los escenarios que albergaban partidos de Segunda A el sábado o el domingo pasados. Así, registraron peores datos que el recinto capitalino los estadios de Gran Canaria (9.100 para ver el encuentro Las Palmas-Guadalajara), José Zorrilla (9.000 en el Valladolid-Nástic) o el Colombino (6.500 en el Recreativo-Deportivo).
El dato del Rodríguez López tiene también el mérito de haber superado en afluencia de público incluso a algunos feudos de Primera tales como el Ciudad de Valencia, adonde acudieron menos aficionados al Levante-Racing que a los congregados horas más tarde para el Tenerife-Albacete, duelo de históricos y aspirantes al ascenso en el marco del grupo I de Segunda División B. También el Mallorca-Betis congregó a menos asistentes el pasado sábado.
El mérito de la afición blanquiazul es incontestable. No en vano, la afluencia de público de ayer domingo siquiera es la mejor en lo que va de temporada, pues es el Heliodoro uno de los pocos campos de la competición de bronce que ha rebasado en alguna ocasión la cifra de los 10.000 asistentes e incluso se ha acercado a los 11.000. Es la confirmación de que el público insular es considerablemente más fiel que otros que disfrutan de fútbol de Primera o Segunda División, hasta el punto de que son 9.400 los abonados con los que cuenta el Tenerife, según los últimos datos actualizados hoy lunes por la entidad blanquiazul.
Ni la decepción mayúscula que han traído consigo los dos descensos consecutivos del club isleño, ni tampoco los horarios a los que le obliga la Segunda B -donde es obligado para los canarios jugar a las 12:00 horas para facilitar el desplazamiento del equipo visitante-, han hecho mella lo suficiente como para que la feligresía del Rodríguez López siga siendo, de toda España, de las mejores. Y no solo en casa, sino también en los partidos a domicilio como se certificó en el reciente duelo ante el Vecindario, adonde acudieron 1.000 personas hasta Gran Canaria; o en otros celebrados en Madrid o sus alrededores, hasta donde se han desplazado centenares de seguidores chicharreros.