El Castilla homenajea al fútbol con clase y goles

El Real Madrid Castilla ejecutó una hermosa obra de arte para deleite de los valientes que desafiaron al frío en Valdebebas, que seguirán preguntándose dónde está el límite de estos chicos y si un buen puñado ellos no debería tener ya hueco en el equipo de Mourinho. A fe que se lo están ganando, con clase pero también con ímpetu, con ardor, como pide el técnico portugués.

Ante el Coruxo, que se presentaba con las virtudes del noveno clasificado del Grupo I de Segunda B, el filial dio un paso más en su búsqueda incansable por el fútbol total, con una demostración de juego combinativo, rapidez y eficacia al mejor nivel de la historia de la cantera madridista.

Y eso que el Coruxo salió respondón, avisando de sus intenciones con dos disparos lejanos pero peligrosos y la consigna clara de acabar la jugada para evitar conceder contraataques. No hizo falta, porque cuando al Castilla no le dan espacios se los inventa, buscando los huecos con ahínco hasta que la zaga rival se da por vencida, baja la guardia y cede por agotamiento.

Con la defensa gallega bien posicionada, contundente y eficaz en las marcas, Morata buscó alternativas con dos disparos en el balcón del área que obligaran a la apertura de la defensa. Así llegó el primero en el minuto 27, cuando Jesé vio el pase para la carrera de Joselu a la primera veta que se abría. Si la asistencia resultó extraordinaria la definición del delantero no desmereció, cruzando la pelota con pausa ante la salida del portero.

El tanto dio serenidad a los de Toril, que empezaron a dominar el partido con sosiego y la templaza necesaria para hilvanar combinaciones con sentido. En una de estas pudo llegar el segundo, una acción por el ángulo derecho que a punto estuvo de cazar Joselu, omnipresente durante la primera mitad. Noqueado por el gol, el Coruxo tardó mucho en levantarse de la lona, pero solo encontró oxígeno en los centros por alto, demasiado poco ante un rival que ya había olido la sangre.

La acción que llegó después fue un contraataque de libro. Salió el Castilla en estampida desde su área, con hasta cinco jugadores en línea escoltando el balón robado, como si fueran los 100 metros de sus vidas. Que Joselu no acertara a poner el 2-0 o que el árbitro no viera el penalti son casi una anécdota en comparación con la plasticidad del contraataque, un calco de los que suelen ejecutar sus mayores.

El primer acto concluyó a lo grande, con una acción de Juanfran que bien mereció el precio de la entrada y el intenso frío de la matinal; su desborde y su clase sentaron a la defensa, pero Joselu desaprovechó la oportunidad; a estas alturas el '9' del filial ya podía haber firmado el hat-trick con el que cerró el partido.

La reanudación no ofreció variaciones, y el Castilla siguió combinando y tejiendo, con criterio y mucha intención, saboreando el fútbol y bordeando el gol en cada acción. En la primera llegó el segundo de Joselu, pero quedó invalidado por claro fuera de juego del ariete.

No se rendió el '9', que probó suerte a balón parado con un buen lanzamiento que encontró mejor respuesta en Álvaro; el meta del Coruxo evitó el gol con una gran estirada a mano cambiada. Pese al marcador final, el portero fue lo mejor del equipo gallego.

Antes lo había intentado Morata, de nuevo desde lejos, y Álex perdonó con un disparo al muñeco dentro del área. A estas alturas el 1-0 era un espejismo, pero Denis se encargó de hacer justicia al aprovechar un magnífico centro de Carvajal desde la derecha. El error del portero en la salida lo aprovecho Denis para sentenciar, dando así la razón a Toril, que le acababa de sacar al campo en lugar de un desdibujado Morata.

El tercero lo hizo Joselu de inmediato, cuando el filial ya se había desatado y despejado los caminos hacia la portería rival. El delantero, harto de tantos errores en la primera mitad, se fabricó una jugada personal con la que rompió el fuera de juego y dribló al portero para marcar a placer.

Sin noticias del Coruxo, salvo alguna acción aislada a balón parado, el Castilla mantuvo la velocidad de crucero y continuó firme con su estilo, decidido a ampliar el marcador y perfeccionar la obra. Jesé tuvo el cuarto en sus botas en otro contraataque lanzado por la izquierda, pero flojeó en el remate, cosa que no hizo Joselu en la acción siguiente, cuando apareció letal en el palo largo para remachar un precioso centro desde la izquierda servido por Ríos.

Hat-trick del delantero, tan generoso como desafortunado en la primera mitad, pero que supo levantarse en la segunda gracias a un espíritu encomiable que, unido a su calidad, le convirtieron en una pesadilla para el rival.

Quedaba por delante más de un cuarto de hora, pero el filial mantuvo la presión sin conceder tregua entre los aplausos del público, que entró en calor con la exhibición. El quinto llegó por la banda derecha, y esta vez Joselu se vistió de asistente. La jugada colectiva terminó con su pase de la muerte para el doblete de Denis.

Sin tiempo para celebrarlo, Joselu y Jesé se gustaron en el 39 en una obra maestra dentro del área, pero fue Carvajal el que firmó el sexto a cinco minutos del final en otra combinación al pie que empezó pegada a la banda derecha y acabó siendo rematada sobre la línea de gol.

Seis y basta. En ese momento el Castilla decidió que había llegado el momento de echar el freno y no abusar del Coruxo, que se llevó media docena ante un rival tan prodigioso en el juego como furibundo en sus intenciones, un Castilla excelso y desbocado que bordó el fútbol para confirmar su liderato, un laurel al que añade el de ser el equipo más goleador de los cuatro grupos de la categoría.