La semifinal que no fuese juega por la Champions

El Athletic-Espanyol pudo ser una serie de tres partidos en ocho días, poniendo en juego la final copera y la aspiración a colarse en la Liga de Campeones, por la que ambos lucharán en un San Mamés bajo amenaza de nieve. La chafó merecidamente el Mirandés, que se coló por la rendija que dejaron los de Pochettino en Anduva. Tuvo que doler lo suyo al discípulo de Bielsa, pero los periquitos levantaron el vuelo por el encontronazo de Aouate y morderán por meterse en Europa. De ahí que, ante las lesiones arriba, hayan reclutado al genial Coutinho y Kalu Uche, que visten ya su nuevo traje y se sentarán en el banquillo.

Se disputa así hoy en Bilbao la semifinal que no fue. No hay tanto en juego como en la Copa, pero casi. Ambos saben que en esta campaña la Champions está muy abierta. El Espanyol aspira a lo mismo por su solidez y la gran respuesta en Cornellà. Pasa una prueba de fuego ante un Athletic con Llorente enrachado. Y cuando está así...

Los planes. La principal preocupación de Pochettino pasa por cómo atar en corto al delantero centro rojiblanco. Si por él fuese, se vestiría de corto para frenarle. Forlín echará un capote por delante a Sergio Rodríguez y Héctor Moreno. Tan importante es cortar el suministro a De Marcos, quien no para de servirle goles, a Muniain y Herrera.

Su plan ofensivo irá encaminado al contragolpe. En ello, ha encontrado una joya en Weiss. Verdú tratará de buscarle, porque se antoja más complicado que Rui Fonte pueda hacer daño emparedado entre Javi Martínez y Amorebieta. Como dice el internacional de Aiegi, es una final.