Copa del Rey | Valencia - Barcelona
Un Puyol 'rejuvenecido' sale al rescate del Barça
Se exhibió en Mestalla y superó su registro de goles
Puede sonar a tópico, pero las cosas son como son. Y en ese sentido se puede afirmar que Carles Puyol está viviendo una segunda juventud. El gran momento le llega, además, cuando más necesitado de todo está su equipo... y cuando mucha gente ya había pontificado acerca del ocaso del central.
A sus 33 años, camino de los 34, Puyol ha vuelto a ser aquel defensa aguerrido, tenaz, infranqueable e inquebrantable que fue y, además, se está convirtiendo en un futbolista decisivo para el Barça, sobre todo en esta edición de la Copa. Marcó en el Bernabéu un gol que, visto lo ocurrido en el encuentro de vuelta en el Camp Nou, podría considerarse decisivo. Y quién sabe si el que logró el pasado miércoles en Mestalla también termina siendo resolutorio y vale una final, otra más, para este Barcelona de Pep. Además, curiosamente, a los 33 años ha batido su propio récord de goles. Su mejor registro al término de una temporada era de dos tantos. Este curso ya suma tres, cuando todavía quedan 18 jornadas de Liga por disputarse, media Champions y, en el mejor de los casos, dos partidos de Copa.
El gran asunto ahora es su renovación. Termina contrato en 2013 (con 35 años), por lo que su caso, sin ser urgente, empieza a ser planteable. La voluntad de todas las partes (club, cuerpo técnico y jugador) es la misma: que Puyol se retire en el Barça, cosa que ocurrirá si él se siente importante en el equipo.
Lo que no quiere el capitán bajo ningún concepto es pasar a desempeñar un rol de secundario que le lleve a perder peso en el equipo titular para ganarlo como gurú de vestuario. Su espejo es Paolo Maldini, que estuvo en activo hasta los 40 años y siempre desarrollando un papel protagonista en el Milán.
Las lesiones no le frenaron
La temporada pasada Puyol vivió un auténtico calvario. Jugó con dolores en la rodilla desde enero de 2011, lo que se tradujo en tan sólo 27 participaciones, su segundo peor registro desde que debutara con el primer equipo. Pero no quiso pasar por el quirófano hasta el final de la temporada para ayudar a su equipo. Reapareció en el Bernabéu y, pese a perderse la final de la Copa del Rey, jugó unos minutos en la final de Wembley. Pocos días después de levantar la cuarta Champions, Puyol se sometió a una artroscopia. Al término de la cirugía, el doctor Cugat aseguró que "tiene cuerda para rato". Pues eso.