Copa del Rey | Mirandés 1 - Athletic 2
Llorente pone rumbo a la final
Sus dos goles acercan al Athletic a su meta. Marcó su tanto cien de rojiblanco en una noche clave. Anduva empujó con fuerza y Lanbarri hizo el 1-2
Impresionante. El espectáculo vivido anoche en Anduva tardará tiempo en ser olvidado. El Mirandés, empujado por su incansable afición, trató de jugar de tú a tú al Athletic, pero eso le cuesta hoy por hoy hasta a los grandes equipos de Primera. Superar a estos leones de Marcelo Bielsa, encima con el título de Copa entre ceja y ceja, era una quimera, un imposible. Sólo lo logró en el tramo final, ya con la carga de un 0-2 a cuestas. Fernando Llorente fue a escoger una fecha señalada para hacerse goleador centenario en el club rojiblanco. Con sus dos tantos en la primera parte, sacó ya más de medio billete para la final. Queda San Mamés, aunque todo apunta a que el Athletic celebrará el pase con sus seguidores y el Mirandés en pleno disfrutará a lo grande de la visita a La Catedral, en la que debería dar la vuelta de honor al campo junto a los leones.
La tropa de Carlos Pouso perdió con dignidad, como había pedido en la víspera. Conociendo al técnico, no se dará por vencida, pero la diferencia de potencial técnico y físico entre ambos equipos es abismal y en Bilbao se notará más. El Athletic juega a una velocidad superior y también gana en lo físico. Si a eso se añade que Anduva puso una alfombra acorde a su juego (ya quisieran muchos equipos de élite este césped), no hubo mucho espacio para la discusión.
Tras un amago de Pablo Infante, al que la defensa rojiblanca humanizó ayer, De Marcos empezó a generar estragos en la zaga burgalesa. Su acción en el 0-1, con portentosa carrera de galgo y parada de caballo andaluz antes de servir en bandeja el gol a Llorente, dejó sin aire a Anduva.
Llorente quería más y se regaló su gol centenario de bandera (75 tantos en Liga, 15 en Copa y 10 en Europa). Se desembarazó de tres rivales al borde del área y batió con un sutil toque cruzado a un desesperado Nauzet. Y el juez de línea le privó del hat-trick al señalar mal un fuera de juego en un mano a mano ante el meta local.
Lo más encomiable del equipo mirandés es que no bajó los brazos ni por esas y trató de acortar distancias en la segunda mitad, con una gran ocasión de Mujika, cuyo disparo salió rozando el larguero. El Sí se puede atronaba en Anduva, pero meter un gol a Iraizoz había sido hasta ayer misión imposible en el torneo. Les quedó ese honor.
Paradón y gol. Fue espectacular el empuje final de los burgaleses y lo cierto es que merecieron el 1-2. Haritz Mujika, un realista de pro, se cascó un zambombazo a la escuadra, pero Iraizoz voló mandando la pelota a córner. El Athletic se limitó a defender su tesoro y se equivocó. Ya en el descuento, Ander Lambarri dio en el clavo. Bufandas al viento, aplausos y cánticos de la afición rojiblanca deseando el ascenso al Mirandés.