El reto de Anduva

Miranda de Ebro no se ha visto en otra igual. El fútbol da motivos de alegría a una población azotada por la crisis. Recibe hoy al vecino Athletic en una semifinal copera y Anduva sueña con el cuarto milagro. Es todo un reto. Los de Carlos Pouso saben que el equipo de Bielsa es aún más complicado que Villarreal, Racing y Espanyol, sus tres víctimas de Primera. Y que para plantarse en la gran final ante Barcelona o Valencia hacen falta dos gestas: ganar en casa y resistir en San Mamés. Los burgaleses quieren golpear primero en la ronda. Llegados a tal punto, no está prohibido soñar con la finalísima.

El Mirandés recibe con todos los honores al Athletic en una noche fría sólo en temperatura. Ocho mil gargantas, seiscientas del Athletic, harán vivir una cita copera en su máxima expresión. Para más tarde queda el ascenso a la Liga Adelante, verdadero objetivo del presidente rojinegro, que idolatraba de niño a los Zarra, Panizo y Gaínza. Su bendito entrenador y también aficionado del Athletic, Carlos Pouso, buscará la fórmula para llegar vivo hasta el final de la eliminatoria. Tejerá una red en medio campo para enredar en ella a Herrera y Muniain, e intentará cortar las alas en las bandas para que a Llorente no le sirvan buenos balones. Eso, claro está, sin recurrir al pelotazo, con Muneta de artista. La lucha será por ver quién tiene más tiempo el balón.

Poderío visitante. Pouso sabe que el Athletic es superior en fútbol y físico, pero jugará con el factor psicológico. Los bilbaínos tienen una presión extra. Su afición no les perdonaría un revés cuando ya están reservando alojamiento para la final. Los de Bilbao son así, bien lo saben en la caseta mirandesa, donde dos futbolistas con talento como Muneta y Alain Arroyo, socios de San Mamés, animaron a los que hoy serán sus rivales en Mestalla hace tres años contra el Barça, embutidos en camisetas del Athletic. Su líder ofensivo es el máximo goleador copero, Pablo Infante, pero no pierdan de vista el papel de dos ex de Lezama como el central César, autor del postrero gol al Espanyol, y el medio centro Martins.

El Athletic, que no ha encajado gol en el torneo, llegará con todo su físico y arsenal a cuestas (Javi Martínez, De Marcos, Amorebieta...). Bielsa no se anda con chiquitas y pondrá su once de gala. No ha hecho reservas en otras eliminatorias como para dispendios en la antesala de la final. Si el Athletic entra en Anduva encogido, la grada mirandesa se lo devorará. Disfruten, porque la Copa no ofrece espectáculos como el que se vivirá esta noche. Es de esperar que Estrada Fernández, el árbitro, no lo estropee.