Objetivo: que el Clásico de abril decida la Liga

Siete puntos son muchos puntos, pero lo último que hará el Barcelona es tirar la toalla. Tras el empate ante el Villarreal, Guardiola invitó a sus futbolistas, ya en el vestuario de El Madrigal, a seguir creyendo. Y entre todos llegaron a la conclusión de que la Liga, aunque difícil, todavía es posible.

Y, en ese sentido, la lógica no puede ser otra: que el Barça no depende de sí mismo para llevarse esta Liga es una obviedad, pero sí está en su mano ganarlo todo hasta que el Madrid tenga que pasar por el Camp Nou de nuevo. Todo ello, con la esperanza de que los blancos pinchen en alguno de sus compromisos (deben jugar en El Madrigal, el Reyno de Navarra o el Calderón) y que la distancia con ellos en la clasificación quede reducida a la mínima expresión, convirtiendo el Clásico del próximo mes de abril en decisivo. Así de fácil. O así de difícil. Pero la idea es que el Madrid pase por el Camp Nou con la presión de tener que defender algunos puntos menos de los siete que tiene de renta en la actualidad. Hombres importantes dentro de la plantilla de Guardiola como Puyol, Valdés o Busquets se encargaron, en la zona mixta de El Madrigal, de inocular ese mensaje en el entorno.

Confianza. El capitán aseguró que "veníamos a por los tres puntos y no se podía fallar, pero vamos a levantarnos y a seguir luchando", mientras que el portero dejó claro que "no podemos bajar los brazos. Es un margen importante, pero lo pelearemos hasta que sea imposible". Busquets, por su parte, apeló al Clásico: "El Madrid tiene que venir a casa y lucharemos todos los puntos".

El Calderón, el Pizjuán...

La teoría es ganarlo todo, pero veremos si es factible llevarla a la práctica. El gran lunar del Barcelona son los partidos a domicilio y, de aquí al Clásico, debe ir, entre otros, al Vicente Calderón o al Sánchez Pizjuán... Sin olvidar el siempre difícil Reyno de Navarra.