El gol de Añón castigó la mala tarde del líder

El Castilla confirmó que es no infalible fuera de casa y ayer realmente ni lo pareció. Al Albacete le bastó con aprovechar su única ocasión clara de gol para superar al líder y aferrarse a su puesto de playoff. No parece mucho mérito del Alba, pero es que el filial tampoco ofreció más.

Si la clasificación anunciaba partidazo, lo ofrecido fue bien distinto: un juego muy espeso en un césped complicado, balones que estrellaban contra una y otra frontal y sólo un gol, que encima llegó precedido de fuera de juego. No es que se impusieran las defensas, es que los ataques no tuvieron su mejor tarde.

El Castilla salió de inicio con Mosquera en la mediapunta, en busca de un centro del campo más combinativo y no tan vertical. Lo que daba Sarabia, por ejemplo. El gallego puso intención y se ofreció para mover el balón, pero aún faltan tardes para que se termine de ajustar ese triángulo con Mandi y Álex.

Gol y nada más. El primer tiempo fue de siesta absoluta y la reanudación precipitó los pocos acontecimientos que hubo. En el 48', Mejías dejó muerto un tiro lejano de Candela y Calle, en posición adelantada y con todo a favor, mandó el balón de nuevo contra el portero, que ya no pudo evitar el tercer remate de Añón.

Toril adelantó líneas, quitó a Mandi y luego a Iván para un asedio final que no llegó. Sólo Jesé se asomó con intención y luego un libre directo de Casado rozó el palo. Poca cosa. Mala tarde. Igual ni jugando una hora más se habría movido el 1-0...