NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

Copa del Rey | Mirandés - Espanyol

Anduva, contra la historia

El Mirandés codicia remontar a un Espanyol lanzado.

Actualizado a
<b>MIRANDA SE TIÑE DE ROJINEGRO. </B>Miranda vive con ilusión la eliminatoria con el Espanyol y sus calles están plagadas de banderas rojinegras. En la foto, Carlos Pouso, en un bar con unos hinchas.
paulino orive

Es una realidad que, excepción hecha de los patios de colegio, los débiles generan más simpatía (incluso alguna empatía) que el resto de la especie humana. Será por eso que el Mirandés recibirá hoy el apoyo de casi toda la España futbolística, menos de los hinchas del Espanyol, convertidos aquí en contra de su voluntad en esos abusones a los que padres y profesores reprobaban.

Equipo, afición, opinión pública... Los pericos temen encontrarse bailando con unos lobos que en el devenir de la Copa (Linense, Logroñés, Villarreal y Racing) se han ido despojando de su piel de cordero para acariciar con sus garras las semifinales. El 3-2 de Cornellà-El Prat lo deja todo abierto (un 1-0 bastaría al Mirandés) y anima aún más a cualquier afición neutral a fabular con una remontada, a lo Evasión o Victoria, aunque con otra crucial salvedad que los engrandece: el factor Anduva.

Su estadio, que esta noche se llenará con 5.800 burgaleses y alrededor de 200 pericos, es de hecho toda una alegoría del propio Mirandés: todos creen que su terreno de juego es pequeño, pero sus dimensiones superan incluso las del de Cornellà-El Prat, de ahí que ese lobo liderado por Carlos Pouso aspire a devorar al Espanyol con la tremenda tarasca que es su césped y los afilados colmillos que para el rival resulta su grada.

Momento de gracia. Ahora bien, si existe un equipo capaz de arrebatar ese sueño a los de Miranda para seguir persiguiendo el suyo propio, ése es el Espanyol. La historia demuestra que posee más Copas que Madrid o Barça en lo que va de siglo (dos) y, sobre todo, que su momento de gracia (cinco partidos de Liga y dos de Copa sin perder) responde a una convicción en un casi irrebatible modo de hacer.

Si el Mirandés representa esos valores de debilidad -aunque Pablo Infante ha demostrado que no es así- y resistencia, el Espanyol encarna la osadía y descaro propios de la primera juventud. Dicen que hoy se librará una batalla. Más bien, se antojaría un partido propio del Romanticismo: ¿Qué es fútbol? Fútbol es Mirandés-Espanyol.

Los burgaleses, sólo una derrota de 14 en casa

Que el Mirandés no es flor de un día y hoy ofrecerá resistencia lo demuestran sus guarismos de esta temporada, en la que le valdrían 11 de los 14 resultados que ha cosechado como local, entre Liga (el Grupo II de Segunda B, del que son líderes) y Copa del Rey. Anduva ha vivido diez victorias, dos empates y sólo una derrota, la que padecieron ante el Alavés (0-1) en diciembre. El reparto de goles global también inquieta, pues el Mirandés ha anotado 28 como anfitrión por sólo ocho recibidos. El Espanyol viajó ayer con la lección aprendida de eliminatorias anteriores, pues empató en Balaídos ante el Celta (0-0) y cayó por la mínima en Córdoba (2-1).