Liga BBVA | Málaga
Hierro le pone las pilas al equipo y refuerza a Pellegrini
El Málaga deambula por el campeonato. La grada observa desencantada cómo los millones del jeque y su ilusión se van por el sumidero. Las relaciones entre la plantilla y Pellegrini no viven su mejor momento y Fernando Hierro cogió ayer el toro por los cuernos para reforzar la posición del Ingeniero y de paso apretarle las clavijas al vestuario, que ha emitido síntomas más que preocupantes en los últimos partidos.
El Málaga lleva dos meses deambulando por la Liga como alma en pena. Dos puntos sobre 18 posibles y sensaciones indignas para un equipo que aspira a pelear por colarse en la Champions League, que ha invertido 60 millones en fichajes y cuyo prespuesto sobrepasa notablemente los 150 millones. Pellegrini y su equipo no han sido capaces de jugar un partido redondo en toda la temporada y buena parte de la afición dejó claro el domingo que empieza a hartarse. Pero no sólo la grada ha perdido parte de su fe. La relación plantilla-técnico tampoco vive su mejor momento. Consciente de ello, Fernando Hierro cogió ayer el toro por los cuernos y reunió a la plantilla en la sala de prensa del estadio Ciudad de Málaga. El mánager general apretó las clavijas a los futbolistas y respaldó la labor de Pellegrini. Hierro quiso hacer saber al grupo que el club mantiene su confianza en ellos y en el Ingeniero y aprovechó para pedir unidad y máximo esfuerzo a todos.
La Liga alcanzó el domingo su ecuador con el Málaga fuera de su objetivo. "La evaluación es mala. No estamos haciendo lo que quiero para el Málaga y no estamos donde queremos", fue el balance que hizo Pellegrini tras la dolorosa derrota sufrida ante el Barça. El Málaga sólo fue capaz de competir media hora y volvió a derrumbarse estrepitosamente en la segunda parte. Los gestos de sintonía y complicidad sobre el terreno de juego son inexistentes. Y a pesar del respaldo del club, la confianza del plantel en el Ingeniero ha decrecido sustancialmente. De ahí la intervención de Fernando Hierro, que no parece dispuesto a permitir que la situación del vestuario se vaya de las manos. El derbi ante el Sevilla se presenta como una prueba de fuego vital para comprobar el efecto de la ratificación del chileno por parte del club.
Más problemas. Joaquín tenía previsto incorporarse ayer a los entrenamientos con el grupo e incluso aspiraba a colarse en la convocatoria para el partido ante el Sevilla. Pero tendrá que esperar para reaparecer. El extremo sufrió unas molestias en el recto anterior del cuádriceps derecho, zona en la que sufrió la rotura fibrilar hace casi un mes. Esta recaída le vuelve a apartar del grupo y le condena a prolongar su ausencia alguna que otra semana más.