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Liga Adelante | Cartagena

Cinco meses después, la sonrisa vuelve a Cartagena

La plantilla se fue de cena para celebrar la salida del pozo

José A. Vera
<b>CONJURA CON PREMIO. </b>El Cartagena se fue de cena para celebrar los tres goles al Recreativo.
pepe valero

Han tenido que pasar cinco meses para que el Cartagena ocupe un puesto en la clasificación fuera de la zona de descenso. Días de angustia, salidas (dos entrenadores despedidos y un director deportivo que tiró la toalla), derrotas y que ahora se han convertido en sonrisas y esperanza desde la llegada de Carlos Ríos, con el que se han sumado dos triunfos en el Cartagonova (ante Huesca y Recreativo) y un empate en Villarreal. Tal era la confianza que tenía el equipo en sus posibilidades que el vestuario se conjuró durante la semana y reservaron mesa en el conocido Casa Felipe de la diputación cartagenera de La Palma para celebrar lo que luego sería la salida de zona de descenso.

Una veintena de personas sentadas a la mesa, entre jugadores y técnicos y auxiliares, para poder brindar por lo que parecen tiempos mejores (sólo faltaron unos pocos jugadores que tenían previsto viajar a sus ciudades de origen aprovechando que Carlos Ríos daba dos días de descanso al grupo). Aún queda mucho, pero los cimientos parecen sólidos y el equipo ha recuperado la alegría y la consistencia que nunca tuvo. Sobre todo, verse fuera de la zona de peligro. El ascenso para el que se concibió la plantilla no será posible pero en el grupo confían en poder acabar la Liga en la zona templada.

Persecución.

El Cartagena, que sabe que Villarreal B, Huesca, Girona y Nàstic le acechan aún muy cerca, tiene a tiro de un partido a Alcoyano y Xerez y a menos de dos partidos están Sabadell, Guadalajara y Recreativo de Huelva. Con una vuelta aún por delante, se les puede meter en el lío.

"Sin complejos, no todo va a ser sufrimiento"

La plantilla, más unida que nunca, se fue de cena y luego (cada uno a su ritmo) algunos jugadores prolongaron algo más la noche. Los hubo más tranquilos que volvieron pronto a casa y optaron por algún local cerca de casa y hubo otros que dieron el salto al otro lado del Puerto de la Cadena. Era una noche para celebrar ya que, como resumía uno de los jugadores, "pudimos cenar al fin sin complejos, no todo va a ser sufrimiento". Y es que este vestuario, que merecía una alegría, fue duramente criticado tras el último partido de 2011 en Xerez ya que sólo siete jugadores volvieron en el autocar una vez que muchos pernoctaron en Sevilla para coger aviones a sus ciudades de origen e iniciar así sus vacaciones navideñas. En cierto sector del entorno del Cartagena hubo quien lo tomó como una falta de profesionalidad y de respeto. Ahora, ya nadie les mira de refilón. Queda mucho por hacer, el peligro continúa, pero sin esa angustia todo parece algo más fácil.