Falcao exporta el efecto Cholo

Ahora sí. Ahora ya se puede decir con todas las letras: el efecto Simeone funciona. Porque quedaba una duda, generada por el esperpento de toda la temporada y en absoluto disipada por el debut del Cholo en Málaga. ¿Sería capaz el Atlético de ganar fuera, de exportar sus prometedoras actuaciones en el Calderón, de no achicarse lejos de su madriguera, en definitiva? Y pasó la prueba con sobresaliente, goleando en un estadio que se le suele atragantar y ante una Real Sociedad que llegaba enrachada. Pues sí, ole ole ole.

El Atleti comenzó a ganar el partido muy pronto. Uno diría que antes de empezar, cuando Simeone olvidó las tendencias conservadoras del primer día y salió con sus cuatro lujosos atacantes: Arda, Diego, Adrián y Falcao. Eso envió un mensaje a los jugadores, que arrancaron mordiendo y tuvieron premio inmediato. En minuto y medio, Arda probó a Bravo tras un error de Mikel y la jugada continuó con un centro de Diego que Demidov desvió con la mano. El penalti dejó dos preguntas para las que ni siquiera Punset tiene respuesta: qué pretendía bailar el central con los brazos en alto y por qué diantres Montanier le puso a él y no a Íñigo Martínez. Rusos y entrenadores tienden a ser inescrutables.

Falcao marcó el penalti y el Atleti se encontró a sus anchas. Presión muy arriba, defensa seria (ni un gol recibido con Simeone), concentración e intensidad. Quizás demasiada intensidad. Porque si algo no ha logrado aún el Cholo es enseñar a apretar sin golpear. Los rojiblancos cometieron 24 faltas, vieron siete amarillas, tontearon con alguna roja y perdieron a Gabi y Diego para Pamplona. Deben controlar el exceso de agresividad.

Mientras el Atleti mordía, la Real temblaba. La defensa no se enteraba, el mediocampo no la olía y la delantera no se implicaba. Extraña rendición para un equipo que llevaba siete jornadas sin perder. Tras el penalti, su único recurso fue pedir mano cada vez que el balón pegaba en un rival. Mientras, Arda, Diego y Adrián, los tres con libertad absoluta, cercaban a Bravo.

Y aunque hubiera que esperar a la segunda parte, el segundo gol mereció la pena. Fabulosa jugada de Juanfran, gran pared de Falcao incluida, y Adrián que marca al segundo intento. Golazo. A veces le cuesta definir, pero el asturiano hace de maravilla todo lo demás. Como Juanfran desde que se ha adaptado al lateral. Cuando vuelva, Sílvio va a tener trabajo para recuperar el puesto.

Festival.

Con el 0-2, la Real desapareció definitivamente bajo el diluvio. Anoeta no le va a perdonar fácilmente a su equipo el papelón de ayer. Y Falcao no se apiadó del anfitrión. Marcó el tercero con una preciosa vaselina desde La Concha y el cuarto rematando a la perfección una magnífica jugada colectiva (26 toques hasta el gol). El Tigre lleva 14 goles en Liga y, aunque es obvio que flojea en todo lo que no tiene que ver con marcar, se antoja prematuro y osado tacharle ya de caro. Por cierto, Koke asistió en ambos goles. Simeone tomaría nota, visto que la ausencia de Tiago se notó más de lo deseable.

Y así el Atleti ya ronda Europa y la depresión de hace apenas un mes parece cosa del pleistoceno. El efecto Simeone funciona, no hay duda. Ahora debe hacer que dure.