Liga BBVA | Sporting 2 - Málaga 1
La garra se impuso al toque
El mejor juego del Málaga no tuvo premio ante la intensidad local. Marcó un gol el debutante sportinguista Gálvez. Cazorla mostró su calidad
Pudo la garra más que las exquisiteces. El Sporting fue un equipo que quiso ganar a base de intensidad y consiguió su objetivo frente a un equipo que lo hizo fácil y bonito, pero en la zona donde no se hace daño al rival. Los dos equipos afrontaban el encuentro con tensión. El conjunto gijonés tuvo resultados desfavorable en la mayoría de sus rivales directos, mientras que al de Pelligrini le bastaba un punto para asegurar una plaza europea.
Preciado cambió el sistema para utilizar un 4-1-4-1, ante un rival más ofensivo, que puso a Van Nistelrooy como referencia de remate. En el conjunto gijonés se produjo el debut de Gálvez y el regreso de Damián y Gregory para cubrir las bajas de los sancionados, y un centro del campo inédito con Eguren, Nacho Cases y André Castro para combinar creación con recuperación.
El Málaga llevó la iniciativa en los primeros compases, en los que trató de asustar a los rojiblancos. Y consiguió su objetivo a balón parado, poco antes de que se nivelara el encuentro, pero siempre con más control de los andaluces ante la intensidad alta que querían los rojiblancos.
El Sporting tuvo una tímida reacción que le creó alguna complicación a la zaga malaguista. En sólo tres minutos, los dos centrales del conjunto andaluz vieron la tarjeta de amonestación, pero la finalización era defectuosa en las ideas de los gijoneses. La brega de Barral y los toques de De las Cuevas era lo que más animaba el juego gijonés.
El Málaga buscaba la forma de abrir espacios en la defensa gijonesa con los desplazamientos de Van Nistelrooy a una de las bandas y aprovechar la movilidad de Seba Fernández e Isco, ya que Eliseu era el único fijo en la banda derecha malaguista. Todo ello respaldado por el dinamismo espectacular de Cazorla. El conjunto visitante daba más sensación de peligro. Mientras Caballero tenía menos trabajo, Juan Pablo estaba más activo. El portero leonés relució en un disparo de Eliseu y en un par de centros de Cazorla.
Sin embargo, aunque el equipo de Pellegrini llevaba el peso del juego, fue el Sporting el que inauguró el marcador en una falta bien ejecutada por Cases, quien dio una dirección parabólica al balón, que fue desviado por el debutante Gálvez.
El gol espoleó a los rojiblancos, que ganaron en orden, pero sin bajar la intensidad. El Málaga apretó el acelerador, pero con poco convencimiento pese a la imagen de superioridad técnica.
El Málaga salió con más decisión en el segundo tiempo, para encerrar a los rojiblancos en su campo, lo que provocó que el desarrollo del encuentro fuera intenso, por las posibilidades de contraataque de los de Preciado. En los primeros diez minutos de la reanudación, el equipo malaguista ejecutó cinco saques de esquina. El conjunto andaluz tuvo una buena ocasión en un contraataque de Isco, con una buena apertura a Eliseu, cuyo disparo dio en el poste derecho. Sucedía antes de que el encuentro se convirtiera en un monólogo, pero con fases alocadas, lo que más le interesaba al Sporting.
Pellegrini buscó alternativas con la entrada de Juanmi, primero, y de Bounanotte, después, pero sin cambios tácticos. . Tuvo una buena ocasión Van Nistelrooy, pero Gregory evitó el tanto con un despeje en la misma raya de portería. No perdonó el holandés en el tramo final del encuentro, al aprovechar una pérdida de balón de los rojiblancos a la salida de un contraataque.
El conjunto malagueño pisó aún más el acelerador en busca del triunfo. Enfrente tenía un rival nervioso que ya buscaba alejar el balón de su parcela. En uno de esos intentos, ya en tiempo de prolongación, llegó la guinda de Trejo. El argentino recibió un pase de Rivera y no se lo pensó. Lanzó un trallazo desde el borde del área, cruzado, que sorprendió a Caballero. El Molinón estalló de algarabía, porque era un triunfo necesario.