NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

BARCELONA 4 - BETIS 2 | LIGA BBVA

El Barcelona sufre para seguir la estela del Madrid

Xavi y Messi adelantaron a los azulgrana, Rubén Castro y Santa Cruz empataron y Alexis y el argentino, de penalti, decidieron.

DAVID F. SANCHIDRIÁN
Actualizado a
El Barcelona sufre para seguir la estela del Madrid

A punto estuvo el Betis de dar la campanada y allanar el camino del Real Madrid. Llegó al Camp Nou con buena etiqueta y lo abandona con la cabeza muy alta, como ya hiciera el año pasado. Se repuso de dos zarpazos tempraneros y tuvo al Barcelona contra las cuerdas hasta casi el final del partido. Nadie se había atrevido a profanar la portería azulgrana del Camp Nou en Liga en los últimos nueve meses y el Betis lo hizo en dos ocasiones. Aguantó de forma titánica el empuje azulgrana pero la expulsión de Mario terminó por reventar las esperanzas verdiblancas.

La presión asfixiante del conjunto sevillano provocó más imprecisiones de las que acostumbra el equipo de Guardiola pero aun así sacó adelante un partido trascendental para las aspiraciones en Liga. Sin margen de maniobra, el Barcelona mantiene la desventaja de cinco puntos y lo hace, como el Real Madrid en Mallorca, sufriendo.

La epidemia de lesiones en el vestuario culé no impidió que Guardiola reservara a Piqué y Alves pensando en el Clásico del miércoles en el Santiago Bernabéu. El de Sampedor plantó de nuevo la defensa de tres, con Puyol, Mascherano y Abidal, y a Cuenca junto a Messi y Alexis. Como era de esperar, el Betis no traicionó sus ideales. Se aferró a sus valores de fútbol osado y de toque y pudo lucir tipo con dos ocasiones seguidas de Jorge Molina antes de los diez minutos. Si no sacaron petróleo fue por las intervenciones de Víctor Valdés, inconmensurable en ambas.

Resultó ser un espejismo en mitad de un desierto que rápidamente mostró su peor cara. En tan solo dos minutos, los que transcurrieron desde el diez y el doce, el esperanzado Betis fue hostigado por una tormenta de arena. El Barcelona empezó con su juego hipnótico de balón hasta cegar a su rival. Alexis abrió el camino con un buen pase al desmarque de Cesc Fábregas y el disparo del catalán lo aprovechó Xavi para celebrar su partido 400 en Liga con gol. No era el único con motivos y ganas de celebración. Messi compartió su tercer Balón de Oro con la afición a modo de goles. El argentino no desaprovechó otro gran pase del chileno desde el lado izquierdo.

Muchos equipos hubieran bajado los brazos al sufrir dos goles antes del cuarto de hora en el Camp Nou. El Betis no. Encajó el doble golpe y supo levantarse a tiempo. Tardó unos minutos en volver a cuadrarse pero a los veinte minutos el equipo verdiblanco ya estaba repuesto y con ganas de guerra gracias a la presión y coherencia en su fútbol. Así volvieron a ver de cerca de Valdés pero Rubén Castro no fue capaz de acabar una buena triangulación andaluza. El Betis se lanzó al cuello del Barcelona sin miramientos hasta encontrar su merecida recompensa. Esta vez el atacante canario sí aprovechó su ocasión y consiguió acortar distancias y batir la portería del Barcelona en Liga nueve meses después. Jorge Molina encaró a Valdés, la dejó a Salva que entraba desde atrás y Castro aprovechó la tardanza de Mascherano para acortar distancias.

El tanto propulsó al Betis y suyos fueron los minutos hasta el ecuador del partido. Ambos entrenadores movieron fichas en el descanso. Alves reemplazó a Cuenca y Roque Santa Cruz a Iriney. El equipo de Mel acabó el primer tiempo desmelenado y de la misma forma afrontó el segundo. Su presión asfixiante en la zona de creación azulgrana fue lo que acabó por encender todas las alarmas en el Camp Nou. Un robo a Iniesta en terreno verdiblanco acabó de forma meteórica en la banda zurda por donde galopó Ruben Castro hasta que vio la llegada de Roque Santa Cruz. El paraguayo recibió en la frontal, miró a Valdés y soltó un latigazo ajustado para poner las tablas.

El encuentro era una oda al fútbol. El Barcelona quería apagar el incendio y el Betis guardar su preciado botín, sin renunciar nunca a los contragolpes. Entonces la figura del colegiado volvió a emerger tal y como pasó hace exactamente una semana. Iglesias Villanueva no vio un claro penalti de Jefferson sobre Andrés Iniesta. El árbitro gallego lo saldó con una amarilla para el de Fuentealbilla. Dos minutos después Villanueva mandó a la ducha a Mario por doble tarjeta amarilla tras una zancadilla sobre Messi en la frontal de área.

Si aguantar al Barcelona ya le estaba resultando muy difícil al Betis, con un jugador menos la empresa resultó casi impensable. Desfondado, el equipo verdiblanco terminó por doblar la rodilla a quince minutos para el final gracias a un disparo raso de Alexis que dobló las manos de Casto. El Camp Nou respiró y Messi puso la tranquilidad absoluta al transformar un penalti de Dorado. El Barcelona, al igual que el Madrid, saca su partido sufriendo. La distancia no varía y en tres días se ven las caras...