La Copa es el objetivo declarado de los leones

La clasificación para los cuartos de final de Copa tuvo una celebración merecida en el vestuario. La goleada al Albacete, que aunque milite en Segunda B planteó más problemas de los que se podían esperar, ha sido como un resorte para desnudar las aspiraciones del grupo. Y los futbolistas ya hablan abiertamente de final. No lo hacen con desprecio hacia lo que tienen por delante -"lo primero de todo será eliminar al Mallorca antes de pensar siquiera en la semifinal", advierten- sino como si fuera una cruzada.

Ander Herrera, en pleno descubrimiento de lo que supone jugar la Copa con la camiseta rojiblanca, lo expone sin rodeos: "En nuestra parte del cuadro no están Madrid, Barça o Valencia. Respetamos a todos, pero estar en una final contra Madrid o Barça sería lo soñado desde pequeño". Es la cruzada del Athletic para esta temporada. Pelear por el título en ese último partido igual que lo hizo en mayo de 2009.

Herrera es un recién llegado, pero la mayoría de sus compañeros ya han vivido esa sensación y después de eliminar al Albacete todos los recuerdos se volvieron hacia la final de Valencia. El calentón que produjo ver encendido a San Mamés por el pase a cuartos llevó a muchos leones a hablar de un nuevo viaje hacia la final.

La energía positiva se ha instalado en un vestuario que es todo ilusión y poderío. El equipo tiene esquema, se mantiene fiel a sus principios y los números dicen que funciona. Bielsa da mucha importancia a la aportación goleadora de la línea de centrocampistas y éstos suman seis tantos más que los delanteros. Susaeta está en su mejor marca profesional (6) y Herrera ha hecho tantos goles (4) como en los 71 partidos que jugó los dos últimos años en el Zaragoza.