La expulsión de Arbeloa, rigurosa

Pérez Lasa hizo un arbitraje serio, bien en el control del partido y disciplinariamente, con un buen detalle cuando advirtió a Mourinho por sus protestas tras la amonestación a Lass. Le vi neutral en sus decisiones, así como en la aplicación de la ley de la ventaja. Sólo tuvo un 'pero', que fue la primera tarjeta amarilla que le mostró a Arbeloa. Para mí fue excesiva y más como tenía el partido de controlado...

Analicemos ahora las jugadas polémicas. En el 17', Lass se desentendió del balón y golpeó el tobillo del jugador malaguista. La amarilla es justa. Justo después, Pérez Lasa se marchó a advertir al banquillo blanco por sus protestas, a instancias del cuarto arbitro, y estuvo muy bien Mourinho pidiendo calma a los suyos.

Poco después, en el 26', llegó una jugada en la que se pidió la segunda amarilla para el francés. Hubo un silbato de la grada que engañó a Lass y el mediocentro rozó con la mano el balón (no llegó a pararlo), pero el colegiado, entendiendo que el jugador se había equivocado al oír ese silbato ajeno, le dejó continuar. Decisión correcta, hizo bien en no amonestarle, porque hubiera sido una segunda amarilla injusta...

Cuatro minutos después, llegó el principal error del árbitro vasco. Arbeloa fue amonestado de forma bastante rigurosa por una obstrucción. Ahí se equivoca. Sí fue justa la segunda, en la recta final del partido (minuto 87). En esa acción, Arbeloa entró intencionadamente con el codo, por lo que la segunda tarjeta que supuso la roja para el defensa madridista sí que estuvo bien pitada.

Hubo otras dos jugadas complicadas en las que Pérez Lasa salió airoso. En el 39', cuando no señaló penalti porque Sergio Sánchez le dio una patada a Khedira, pero el alemán ya había disparado antes a puerta, por lo que no es penalti. También fue correcta su decisión en el 58': Coentrao pisó a Toulalan por detrás pero fue totalmente involuntaria, sin intención alguna. Hizo bien en no mostrarle tarjeta.