Hacia el arco del triunfo

Rock and roll", exclamaba el personaje de José Coronado en No habrá paz para los malvados, que ayer le valió la candidatura al Goya. Una expresión que describe la jornada que vivió el españolismo en torno a su portería, por lo rocambolesca de la misma, y también el ánimo con el que el Córdoba visita Cornellà-El Prat tras su pequeña gran hazaña del Nuevo Arcángel (2-1). En resumen, Cristian Álvarez no jugará por lesión, Kiko Casilla no lo hará por sanción (aunque el Espanyol se agarra al clavo ardiendo de la cautelar) y a Carlos Kameni ni siquiera se le espera más: quedó fuera porque hoy mismo se podría convertir en nuevo portero del Málaga.

Entretanto, para hacernos una idea del ruido que ha azotado al equipo perico cuando más concentración necesitaba para pensar sólo en la remontada, el Córdoba incluso ha ensayado los lanzamientos de penalti. No es la única osadía de un equipo que no se deja intimidar, ya lo demostró en el Villamarín, y que no renunciará al ataque aunque le valga el 0-0 inicial. Es el sino de Paco Jémez. Y de Borja, su interior diestro, que acumula siete goles en Liga y dos en Copa.

Como en el derbi. Menos se arruga el Espanyol, como demostró ante un Barcelona que lo ha ganado todo, pero que no pasó del empate gracias a un Álvaro que hoy repetirá de inicio. Como Sergio y Romaric, que no estarán en Sevilla (club en el que, precisamente, recalará Javi Hervás) por sanción y contrato, respectivamente. Y con, presumiblemente, Edgar Badia en la portería (si no Dinu Moldovan). Tiene 19 años, pero le va como anillo al dedo debutar en esta hora de los valientes.

El Córdoba sólo ha recibido 13 goles en Segunda. El que menos. Hoy va de porteros.

Un único precedente, en el que pasó el Espanyol

Aunque Espanyol y Córdoba coincidieron en el pasado tanto en Primera como en Segunda División, hasta ahora sólo se habían enfrentado en la Copa del Rey en una ocasión. Sucedió en la temporada 1999-00, en la que los pericos acabaron conquistando el título después de una sequía de 40 años (aquella campaña, de hecho, también eliminaron al Celta, como sucedió este año en la ronda anterior). El Córdoba sobrevivió al partido de ida con un empate 1-1 en el Nuevo Arcángel, pero sucumbió a la vuelta en Montjuïc muy pronto. Toni Velamazán avanzó a los blanquiazules en el minuto 12 y Manolo Serrano estableció el definitivo 2-0 en el 15'. El marcador ya no se movió. Con ese resultado hoy en Cornellà-El Prat, el Espanyol volvería a dejar fuera al Córdoba en estos octavos.