"Que estemos en el Elche le pone morbo al derbi"

El derbi del sábado será especial para el cuerpo técnico del Elche y los jugadores Linares y Carpio. Los seis defendieron al Alcoyano antes de iniciar su periplo ilicitano. Todos guardan un recuerdo "sensacional" de esa etapa. Bordalás llegó a ser un referente para la afición y dejó anécdotas como que los seguidores lucieran caretas con su rostro o pelucas a su estilo como reconocimiento al entrenador que les hizo campeones del grupo III en Segunda B. Su relación con la directiva y el director deportivo no fue tan positiva y de ahí que renunciara a la temporada que tenía firmada tras acabar aquella campaña.

Bordalás recordó ayer para AS su pasado en el Alcoyano. "Aquella etapa fue muy buena. Hicimos dos temporadas enormes", dijo. La suerte no les acompañó en aquellas eliminatorias dramáticas ante Cartagena y Alcorcón pero aquello no fue problema para sentirse "muy querido y valorado por la afición". "Sólo puedo tener palabras de agradecimiento hacia esa gente", añadió.

Sobre la anécdota de las caretas, Bordalás dijo que "después de los partidos, alguno se la llevaba por la noche y se hacían fotos por ahí, parecía que yo estaba por todas partes", bromeó. Su ayudante Javier Vidal confirmó la idolatría que existía en Alcoy hacia Bordalás. "El míster era un ídolo allí y a mí me daba vergüenza salir junto a él del túnel porque durante los 60 metros hasta el banquillo la gente se ponía en pie y le ovacionaba", dijo.

Para José Sarrió, profesor en Alcoy desde 1994, y Marcos Abad, natural de Alcoy, será aún más especial: "Será aún más especial por nuestra presencia en el Elche, que le da más morbo al derbi".

Carpio y Linares, agradecidos

Carpio estuvo dos años en El Collao: "Pasé de estar en Tercera, en el San Pedro del Pinatar, a jugarlo todo allí. Fueron dos años muy buenos y se lo debo todo". Linares se destapó como goleador y le valió para irse al Salamanca. En Alcoy nació su hija mayor, Elsa. "Por eso sigo de una manera especial a ese equipo". En el Alcoyano tuvo un enfrentamiento en el campo con Héctor Verdés, su actual compañero que le costó una sanción de cuatro partidos.