Manuel Preciado está en manos de su jugadores

La imagen que ofreció el Sporting en el Benito Villamarín hizo sonar las alarmas en el Consejo de Administración, más incluso que la derrota. La situación de Preciado se complica, ya que, además del rendimiento ofrecido por los rojiblancos en el campo bético, los dirigentes también tienen en cuenta la reciente trayectoria del conjunto.

La línea del equipo con Preciado siempre tuvo una marcha irregular, con rachas de todo tipo. Hace un año, tras el primer partido del año, el técnico cántabro estaba virtualmente destituido. Lo salvó una decisión personal de Vega-Arango, quien pidió al resto del Consejo un margen añadido de una semana, que el preparador montañés aprovechó con un empate en El Sardinero en el minuto 92.

Esta temporada, el inicio liguero fue decepcionante, con el primer punto sumado en la quinta jornada y la primera victoria en la octava. El final de año, con una derrota ante el Espanyol y la eliminatoria copera perdida, provocó que Preciado perdiera crédito.

La continuidad del técnico ya se puso en entredicho en la primera fase de la competición y llegaron a sonar los nombres de Caparrós y Manuel Jiménez, ahora en el Mallorca y el Zaragoza, respectivamente. Vega-Arango siempre mantuvo una postura de respaldo al técnico, ya que no es partidario de relevos en plena competición. En sus 19 temporadas como presidente, en dos etapas, sólo se produjo una destitución, que fue la de Vicente Miera en 1982, a ocho jornadas del final.

En esta ocasión, el dato que tiene a favor Preciado es su convencimiento de que va a sacar adelante la situación, dado lo apretado de la tabla, ya que las posiciones de permanencia están a un partido. De todas formas, en esta ocasión la visita del Málaga puede dictar sentencia, en función del resultado y, sobre todo, de la imagen del equipo. En este aspecto, Preciado está a merced de sus jugadores. De ellos dependerá la continuidad del míster.

Iván Hernández pide "confianza"

Iván Hernández expuso ayer que "los jugadores debemos dar más" y exculpó al entrenador del deficiente rendimiento del equipo ante el Betis, en el Benito Villamarín, si bien explicó que "no entramos bien en el partido y pronto tuvimos el marcador en contra". El defensa central madrileño pidió "confianza para la plantilla, porque después de estos años creo que se la merece". Antes del entrenamiento de ayer hubo una reunión de autocrítica en el vestuario de todos los jugadores, en la que se habló de que "cada uno tiene que dar más de sí". También el jugador rojiblanco prefiere "hablar en positivo, porque, aunque la situación es delicada, queda mucho por delante".