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COPA DEL REY | RACING 1-MIRANDÉS 1

El Mirandés hace historia tras meterse en cuartos

El equipo burgalés elimina al Racing de Santander tras empatar en El Sardinero. Aún no ha perdido en esta Copa del Rey. Marcaron Munitis y Pablo Infante.

P. BARGUEÑO
Actualizado a
<b>RACING 1-MIRANDÉS 1</b>.
RACING 1-MIRANDÉS 1.Juan Manuel Serrano

El Mirandés logró una histórica clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey tras empatar 1-1 ante el Racing. El club rojillo, de Segunda División B, es la gran revelación copera de la temporada, ya que en dieciseisavos de final eliminó a otro conjunto de Primera, el Villarreal.

El conjunto burgalés, pese a ser un Segunda B cuyos grandes logros son sus cuatro campeonatos de Tercera División, imponía un doble respeto al Racing. Primero, por tener colgada la vitola de ser el conjunto menos goleado de todas las categorías del fútbol nacional: es el líder del Grupo II, con tan sólo siete tantos en contra. Y en segundo lugar, por haber borrado en la anterior eliminatoria, -también a doble partido- a todo un Villarreal.

Enarbolando esos estandartes llegó el Mirandés a El Sardinero, que clamaba remontada tras ganar al Zaragoza en la última jornada de Liga. Juanjo González no quería tirar la toalla, y propuso un once en el que, para más gloria posterior del Mirandés, había nombres en el terreno de juego de la talla de Munitis, Tziolis, Kennedy o Stuani. El partido comenzó con mucha presión y poca posesión por parte de ambos equipos. El Racing parecía no tener prisa, y a pesar de un tempranero disparo de Arana a los pocos segundos, no intimidaba a los burgaleses.

En el minuto 15 Nacho Garro vio cartulina amarilla por un claro agarrón a Munitis, hiperactivo como siempre. Apenas dos minutos después, se pudieron ver los primeros detalles de Pablo Infante, un jugador que ejemplifica a la perfección que en Segunda B hay jugadores con mucho más talento que otros tantos que deambulan por Primera. El burgalés se fue de los dos centrales del Racing y sólo falló en el uno contra uno, en el que Mario le ganó muy bien la partida.

Hasta la primera media hora, las sensaciones que iba dejando el Mirandés eran francamente buenas: rehuían el patadón, buscaban la recuperación y la circulación del esférico. Sin embargo, llegado a ese punto, el Racing comenzó a adueñarse casi sin quererlo del balón, sobre todo gracias a la participación de Kennedy. En el minuto 34, un preciso pase de Tziolis sobre Munitis supuso el 1-0 del Racing, y con éste, los mejores minutos del conjunto cántabro.

La primera parte cerró con el que pudo ser el 2-0. Un buen centro desde la banda derecha de Munitis fue cabeceado por Stuani, pero el defensor Caneda estuvo providencial en el despeje.

Llegaron los últimos 45 minutos y la amenaza de la eliminación, motivada por el continuo achuchar del reloj, se cernía sobre El Sardinero. El Mirandés no cambió en absoluto su rol. En el minuto 49, Pablo Infante pudo hacer el primero de su equipo tras un gran pase al hueco del batallador delantero Alain.

Hasta el momento, el papel del colegiado había pasado desapercibido, pero si a estas alturas de la crónica nombramos a Iturralde González entenderán que no es para nada bueno. Bernardo, en el 55' de partido, vio la segunda cartulina amarilla -la primera fue minutos antes por protestar- por un supuesto codazo en un salto con Alain. El codazo no fue tal, sino el clásico forcejeo en un balón aéreo dividido. Ciertamente, el partido se decantó del lado de los de Miranda de Ebro... y comenzó el baile de sustituciones por parte del Racing ante el "desajuste" propiciado por la decisión de Iturralde.

Lo dicho hasta ahora no ensombrece para nada lo ocurrido poco después. En el minuto 71, Pablo Infante caía dentro del área e Iturralde pitaba penalti, que el propio futbolista burgalés se encargó de transformar en el histórico gol del empate. Con ese tanto, el talentoso futbolista, de 31 años y trabajador de un banco, se colocaba Pichichi de la Copa junto a Stuani, con cuatro tantos.

Con un futbolista menos y el tiempo cada vez más en contra, el Racing lo siguió intentando, sobre todo con el tesón de Kennedy y Stuani, pero el Mirandés se empeñaba en recordar jugada tras jugada que para meterles otro gol habrá que esperar al próximo eclipse de Luna. Mientras que ocurra eso, Miranda de Ebro estará de fiesta por la clasificación de su equipo para cuartos de final.