El Cholo da aire pero falta fútbol

No engañó a nadie Simeone. Desde su llegada habló mucho más de orgullo, compromiso e esfuerzo que de fútbol en sí y eso fue su primer Atleti. Un equipo serio, muy intenso en la presión durante los 90 minutos y con una concentración constante, pero que jugar, lo que se dice jugar, jugó poco. El Cholo parece haber decidido que no están los tiempos para divertirse. Para el primer día, vale: de todas las cosas que estaban mal, mejoraron varias (las que tenían que ver con la actitud) y no empeoró ninguna. Un empate en Málaga ya supone tanto botín fuera como durante toda la era Manzano, pero sólo con esto no bastará para sacar al Atleti de la mediocridad. A Simeone le queda aún mucho por hacer.

La primera parte fue desalentadora para la fe atlética en su ídolo. De inicio, un once que sacrificaba a Arda y Adrián, dos de los cuatro mejores rojiblancos (junto a Diego y Courtois) en lo que va de temporada. Simeone quiere jugar con extremos para suministrar a Falcao, algo muy lógico que sólo tiene un problema: la plantilla no está confeccionada pensando en eso. Salvio y Juanfran cumplieron sin más, con el agravante de que ninguno es zurdo. O el Cholo adapta su sistema a los jugadores de que dispone o le fichan algo. No hay otra.

De inicio el Málaga no tuvo mucho problema para salir de la presión del Atleti. La sensación es que, por ahora, los jugadores rojiblancos quieren más que saben. Aprenderán, pero aún calculan mal y se sucedieron las faltas. Toulalan, ese centrocampista que el Atleti nunca encuentra, dio un clínic y el Málaga tuvo dos ocasiones clarísimas en 20 minutos. En ambos casos, un mano a mano de Buonanotte y un cabezazo magnífico de Rondón rumbo a la escuadra, se estrelló con Courtois. Para el belga no ha cambiado nada: le disparan y él para.

Poco a poco, el Atleti fue logrando sincronizar sus ideas con sus actos y empezó a robar balones en campo contrario. Por desgracia para sus planes, sólo Diego parecía saber qué hacer con la pelota una vez recuperada (¡ay, Arda!). El brasileño tuvo la ocasión más clara con un disparo que se estrelló en el larguero tras pegar en Weligton. Al Málaga, como acostumbra, le faltaba pólvora. Si Falcao y Toulalan (o Cazorla) se cambiasen las camisetas, ambos equipos solucionarían gran parte de sus problemas.

Avances.

Tras el descanso el Atleti mejoró mucho. La presión cada vez era más efectiva y disfrutó de varias contras en superioridad, todas mal llevadas. Teixeira anuló bien un gol a Falcao por falta al portero y Cazorla sacó bajo palos un cabezazo de Godín. El Málaga se fue diluyendo por el gris partido de sus luminarias, Cazorla e Isco, y el partido se convirtió en un barullo.

El Málaga tocaba pero no acertaba y el Atleti apretaba pero no jugaba. Empate a ideas incompletas. Aún pudo Simeone debutar a lo grande si, en el 86', Gabi no llega a cortar un pase de la muerte de Juanfran hacia Falcao y, en la misma jugada, la rosca de Diego coge portería. Hubiera sido demasiado premio para un Atleti que ha cambiado de manera evidente, pero habrá que ver si permanente y efectiva. Hubo actitud, faltó fútbol. Ese es el reto del Cholo, que la máquina que pretende y parece capaz de fabricar sirva para crear algo.