Liga BBVA | Espanyol 1 - Barcelona 1
El Barça patina en Cornellá y ya está a cinco del líder
El conjunto azulgrana empató ante el Espanyol en el derbi catalán y el Real Madrid amplía su ventaja al frente de la clasificación. Cesc adelantó a los culés y Álvaro Vázquez empató a cuatro del final. Turienzo no señaló un clamoroso penalti a favor de los de Guardiola en el minuto 93.
El Barcelona 'pinchó' en el derbi catalán disputado en Cornellà-El Prat al empatar a un gol ante el Espanyol, lo que permite al Real Madrid distanciarse a cinco puntos en el liderato de la Liga. Locales y visitantes ofrecieron un encuentro para el recuerdo plagado de ritmo e intensidad y en el que no hubo ni un momento de respiro. Cesc Fábregas adelantó a los de Guardiola al cuarto de hora con un gran cabezazo desde la frontal del área. Álvaro Vázquez igualó de forma merecida para los de Pochettino a cuatro minutos del final. En el descuento, Turienzo Álvarez no señaló un claro penalti de Raúl Rodríguez por manos dentro del área tras un disparo de Pedro.
Explosivo es el adjetivo que define a la perfección el comienzo del derbi catalán entre el Espanyol y el Barcelona. Pericos y culés, cada uno a su forma y con su estilo, saltaron al césped decididos a convertir el encuentro en un alarde de intensidad y ganas buscando el gol de forma clara sin tiempo para tomarse un respiro. El equipo visitante monopolizó la posesión del balón durante los primeros minutos ante un rival que intentaba contener la avalancha azulgrana replegado atrás, pero con la línea defensiva situada en la de medios de su oponente, muestra evidente de sus intenciones ofensivas.
Los de Pochettino, con las líneas muy juntas y centrados en robar en posiciones adelantadas para salir rápido con la pelota, lograron su objetivo y gozaron de la primera ocasión clara del encuentro. Un centro de Sergio García a los siete minutos fue rematado con un gran cabezazo de Verdú que Víctor Valdés sacó de la misma escuadra con una formidable intervención. Piqué sacó bajo palos un segundo remate del centrocampista blanquiazul tras el rechace del meta blaugrana. El Barcelona, dominador del balón, tuvo que esperar a dos errores de la zaga local para tener sus primeras ocasiones. Turienzo anuló de forma acertada un gol de Messi por mano previa del argentino tras un regalo de Cristian Álvarez y, acto seguido, Alexis no supo aprovechar una mala cesión perica a su portero.
Que al Barcelona le hace falta muy poco para marcar es algo de sobra conocido. Así, justo cuando se cumplía el cuarto de hora, un centro templado de Dani Alves fue cabeceado abajo casi desde la frontal por Cesc Fábregas. El bote del balón dejó vendido a Cristian Álvarez, que no pudo hacer nada para evitar el primer tanto de los de Guardiola. El tanto recibido, lejos de hundir al Espanyol, sirvió para que el conjunto perico se viniera arriba y llegara a tener dos claras ocasiones consecutivas para lograr el empate. Los disparos de Sergio García y Thievy fueron repelidos in extremis por el portero y la defensa blaugrana.
Las llegadas a la portería de Víctor Valdés por parte de los locales fueron en aumento a medida que se acercaba el intermedio. Tan sólo la precipitación en los metros finales por parte de los de Pochettino permitió que el Barcelona se marchara al descanso con ventaja en el marcador. Iniesta y Fábregas también siguieron probando suerte y estuvieron muy cerca de poner más tierra de por medio. Cristian Álvarez lo evitó con dos buenas acciones.
La segunda mitad comenzó con la única sustitución de Javi López en lugar de Weiss y, como sucedió en el primer acto, con un Barcelona dueño y señor del balón y un Espanyol centrado en robar arriba y salir rápido en sus acciones de ataque. El dominio visitante dio pronto sus frutos y Cristian Álvarez tuvo que emplearse a fondo para atajar un potente disparo de Dani Alves desde la frontal del área. Con el transcurso de los minutos, los blanquiazules lograron espabilar y reactivar el vistoso y efectivo plan ofensivo exhibido durante los primeros cuarenta y cinco. El Barcelona, cómodo y bien colocado atrás, comenzó a hacer gala de una inmensa paciencia a la hora de elaborar, con el segundo gol como único y claro objetivo.
El ímpetu del Espanyol acabó dando la vuelta al encuentro en cuanto al dominio y la posesión del balón. Durante bastantes minutos, los de Pochettino encerraron al Barcelona en su campo, obligándole a limitar sus acciones ofensivas a intentos de contragolpes que fueron resueltos con solvencia una y otra vez por la zaga local. A falta de veinte minutos para la conclusión de la segunda mitad, en la que se vio menos fútbol pero en la que no se perdió ni un ápice de intensidad e interés, Guardiola movió ficha desde el banquillo para dar entrada a Pedro en lugar de Alexis. Poco antes, Romaric dejó su sitio a Álvaro en el cuadro local. Una lesión muscular de Cristian Álvarez a diez del pitido final obligó al técnico perico a hacer el tercer cambio, dando entrada a Kiko Casilla.
En el último tramo del partido, dominado por las imprecisiones de ambos equipos, el cansancio y la falta de frescura provocadas por el derroche físico de locales y visitantes, llegó la merecida recompensa para el equipo local. El Barcelona pagó su incapacidad para finiquitar el choque y, tan sólo a cuatro minutos del final, Álvaro Vázquez lograba el empate para el Espanyol con un cabezazo a bocajarro ante un Valdés desamparado por toda su defensa. En los instantes finales el equipo culé gozó de una inmejorable ocasión, en la que Piqué disparó al larguero y en la que Raúl Rodríguez cometió un clamoroso penalti por manos dentro del área que Turienzo Álvarez se tragó. El 'pinchazo' de los de Guardiola en Cornellà-El Prat les aleja a cinco puntos del líder de la Liga, el Real Madrid. El punto conseguido sirve a los pericos para mantener intactas sus aspiraciones europeas.