La rodilla de Llorente pone en alerta al club

Llorente no está para jugar". Marcelo Bielsa se refirió así a la situación de su mejor delantero el pasado lunes, cuando ofreció la lista de convocados para el encuentro de Copa en Albacete. No dijo mucho más, aunque sí agregó que cualquier explicación al respecto debería pasar por el servicio médico. Veinticuatro horas después, el departamento de Prensa del club emitió un parte médico en el que aparecía que Llorente recibió el alta el pasado 29 de diciembre.

El Athletic está muy sensibilizado con la rodilla izquierda de Llorente. Al retirarle del parte médico le liberaron de la coletilla de lesionado, pero todos -incluidos los médicos-, andan muy pendientes de sus movimientos. Los problemas de cartílago como los que sufre el internacional no son de solución inmediata y requieren de un examen permanente para no agravar las consecuencias y tampoco derivar en lesiones colaterales como sobrecargas y tendinitis. El futbolista se ha acostumbrado a jugar con dolor, pero el factor principal del mes y una semana que lleva sin competir es que lo haga sin riesgo de recaída.

Opciones.

El club está vigilante sobre las pautas a seguir con el delantero (entre otras cosas ha externalizado su caso en busca de opiniones de especialistas) y cualquier atisbo de que el periodo de baja podría alargarse obligaría a replantearse el acudir al mercado de invierno. Hay tiempo por delante para hacerlo, aunque no tantos candidatos para el puesto. Los delanteros se pagan y hay pocos.

Un retroceso en la recuperación tendría consecuencias añadidas al tratamiento que debería seguir Llorente ya que el Athletic estaría obligado a fichar un refuerzo para la delantera. Aritz Aduriz es el primero que respondería el perfil que demandarían desde la dirección deportiva.