Liga BBVA | Atlético de Madrid
Simeone entrega los galones a Falcao y Diego
Mantuvo un cara a cara con ambos para que le ayuden en esta etapa.
El proyecto de Simeone en el Atlético apenas lleva unos días andando y el argentino está dejando ya las bases claras. Una de ellas se pudo apreciar ayer después del entrenamiento. El técnico quiere que Diego y Falcao sean los líderes del vestuario colchonero. El Cholo se reunió con ambos tras la sesión de ayer en el Calderón para darles los galones de la primera plantilla. Mientras todos los demás jugadores se marchaban al vestuario, el entrenador llamó a capítulo a Diego.
Con el brasileño estuvo cerca de diez minutos hablando. Simeone sabe que el mediapunta debe ser la piedra angular del equipo en este proyecto y se lo hizo saber. Le va a resguardar en el medio del campo con dos escuderos, será el cerebro del ataque rojiblanco y gozará de total libertad en tres cuartos de campo.
Confianza. Más tarde, ya con todo el césped vacío, Simeone charló con Falcao. El colombiano será el hombre más adelantado del Atlético y ejercerá como único delantero centro. Con él estuvo cerca de 15 minutos y ambos cambiaron impresiones. El Tigre se mostró más participativo en la conversación. Falcao tiene mucha confianza con el Cholo, ya que fue su entrenador en River Plate.
El Cholo fue piedra angular del Atleti y Argentina
Simeone sabe de la importancia de tener líderes dentro del vestuario y por eso quiere dar esos galones a Diego y Falcao en el Calderón. Él fue uno de los jugadores clave en el Atlético en la época del doblete. En la ribera del Manzanares estuvo tres temporadas, pero llegó a calar hondo en el club y la afición y se convirtió en uno de los capitanes rojiblancos. Lo mismo le pasó en Argentina donde fue uno de los referentes de los noventa llevando el brazalete. Debutó con la selección en 1988 y vistió la camiseta argentina en 106 ocasiones, marcando once goles. Simeone participó en tres Mundiales (EE UU 1994, Francia 1998 y Corea y Japón 2002) y logró dos Copas América (1991 y 1993), una Copa Confederaciones (1992), y una medalla de plata con la albiceleste en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Colgó la camiseta de la albiceleste en 2002, después de disputar su última Copa del Mundo. Cuando se marchó a Italia su carisma le consagró como uno de los hombre fuertes del Lazio, campeón del Scudetto, la Copa de Italia y la Supercopa en el año 2000.