Ponzio tensa la cuerda para marcharse en enero

Al Real Zaragoza se le multiplican los problemas. Ahora es su capitán, el argentino Leonardo Ponzio, el que está firmemente decidido a marcharse en enero para regresar a su país, concretamente al River Plate, que ya intentó su fichaje el pasado mes de agosto. Ponzio tensó ayer la cuerda más que nunca en una extensa y contundente entrevista en el diario Olé, pero su representante, Arturo Canales, ya le había planteado formalmente hace una semana a Agapito Iglesias la decisión del futbolista de salir ahora, seis meses antes de que concluya su contrato.

Agapito todavía no le ha dado una respuesta definitiva a Ponzio, por más que Aguirre pareciera asumir ayer su marcha, pero la salida del argentino parece inminente. Lo que está claro es que el Zaragoza no va a darle a Ponzio la carta de libertad y su baza pasa por fijar su traspaso en un millón de euros, para obtener algo de liquidez o para retrasar seis meses su marcha al River. Sin embargo, Ponzio es el que más cobra de la plantilla (1,4 millones de euros), el club le debe la mitad de su ficha de esta temporada y Agapito le prometió en verano que lo vendería en enero, así que tiene también argumentos para forzar su salida en una negociación que se presume tensa y que se abordará a partir de esta tarde, cuando el jugador regresa para reanudar mañana los entrenamientos.

En unas palabras que no sorprenden, pero que suenan a despedida, Leo Ponzio hasta utiliza ya el pasado al hacer referencia al equipo aragonés: "Yo tengo que serles sincero a los del Real Zaragoza. Hay un club (River Plate) que me abre las puertas para volver a mi país y no voy a ocultarles nada. Estuve muchos años allá y con todo lo que di y demostré lo que quiero a la institución... Repito: soy un agradecido, jugué más años en Zaragoza que en cualquier otro club, pero ahora quiero priorizar otras cosas de mi vida".

Ponzio reconoce que lo económico ya no es una prioridad en su vida y que quiere disfrutar del fútbol rodeado de su familia en Argentina. "Cuando vas a Europa eso es algo que pesa, más allá de lo deportivo. Pero uno tiene sus años y ya valora otras cosas también. Necesito que mi familia se sienta bien para yo también estar bien. Si quisiera seguir haciendo plata, me quedaría más años allá. Pero ahora mi señora me pide volver, mi nena está disfrutando a los abuelos, a los primos y eso te moviliza. Soy de pueblo, familiero, y pongo esas cosas por delante de todo. Quiero volver por ellas también, por mi niña y mi mujer. Hoy soy del Zaragoza, pero tengo la decisión de volver a mi país", afirmó en el diario Olé.

Ponzio espera que el todavía entrenador Aguirre comprenda su decisión: "Con él tengo una muy buena relación por ser el capitán del equipo. Y es muy humano, valora a la familia como yo. Siempre me dice que lo importante es sentirse feliz adonde uno está y priorizar a la familia. Entonces, yo sé que me va a entender".