Guardiola insiste con su trato preferencial a Messi

Pese a que el Barcelona es en sí mismo una enorme constelación de estrellas hay una que brilla con más intensidad que el resto: Leo Messi. El argentino es el gran crack, el número uno, el chico que resuelve partidos, el dos veces ganador del Balón de Oro (tres, quizás, en enero). La plantilla azulgrana lo sabe y como tal lo reconoce. El que no ha sabido vivir con eso tuvo que hacer las maletas: Ibrahimovic es el último ejemplo.

Y Guardiola cuida esa estrella con especial esmero y le otorga privilegios que otros no tienen. Por ejemplo, en materia de vacaciones. Messi se marchó antes que nadie (el pasado lunes junto con sus compañeros sudamericanos más Abidal y Keita), pero en lugar de regresar el mismo día que el resto (el 29), tiene permiso para llegar el 2 de enero.

Y realmente esa ha sido la tónica dominante desde que Guardiola se hizo cargo del banquillo azulgrana, la temporada 2008-09. Las Navidades de 2008, la plantilla estaba citada en Barcelona el 29 de diciembre, pero Messi, junto con Etoo, Alves, Keita, Cáceres y Milito, tenían permiso hasta el 2 de enero. Todos estos últimos acortaron sus vacaciones (Etoo volvió el 31) excepto Leo quien, además, llegó tarde al entrenamiento del día 2 debido a una huelga de controladores que lo tuvo cinco horas tirado en Barajas.

En 2009 ocurrió otro tanto. Cuando el grueso de la plantilla estaba citada el 29, Leo regresó después de las campanadas. Y lo mismo pasó hace justamente un año, siendo el argentino el último en incorporarse.

Explicación. Ciertamente, si Messi tiene más vacaciones no es únicamente por su status de estrella; también lo juega todo. Messi disputó, en la temporada 2009-10, 2.841 minutos, siendo el segundo jugador con más minutos sólo por detrás de Valdés. Y esta va por el mismo camino: hasta la fecha ha sido, tras el meta azulgrana, el futbolista más utilizado por Guardiola.