Premio gordo al Córdoba; amargura para el Betis

El valor doble de los goles en campo contrario, tras el 1-0 de El Arcángel, le dio al Córdoba el pase a octavos de final de la Copa. Justo premio al atrevimiento del equipo de Paco, que saltó al Villamarín como si el que llevara ventaja en la eliminatoria fuera el Betis. Encomiables tanto el planteamiento como la ejecución de los cordobeses, buena su presión en todas las líneas y mejor toque ante un equipo local incapaz durante la primera hora casi de sacar la pelota de su campo.

Había cambiado el dibujo Mel, con dos mediocentros solamente, Jefferson en la izquierda y Pozuelo por la izquierda aunque con más libertad. Beñat y Cañas, que jugaron muchos partidos juntos en el filial bético, que hasta compartieron casa, no lograban imponerse a López Garai y un gran Hervás. En una de sus recuperaciones, para un contragolpe lanzado a la perfección hacia Borja, el extremo batió cruzado a Fabricio. El meta gallego se lesionaría poco después.

En la orilla. No fue el único cambio que haría Mel a poco del comienzo. Amaya cayó también y el técnico aprovechó para introducir a Iriney y retrasar a Cañas. El jerezano le dio salida del balón y el brasileño, bríos al Betis, que se entonó hasta llegar al empate, de Molina, tras una buena jugada de Jefferson. El Córdoba sufría y más lo hizo en una segunda parte con tintes épicos desde muy pronto, cuando otra vez Molina hizo el gol que ponía a un tanto la remontada.

Pero resistieron los visitantes, y pudieron penar menos si Goitia no le saca a Charles un gran tiro desde 40 metros. Empeñado en darle balones a Santa Cruz, fue Beñat, a través de las faltas al borde del área, el que más cerca estuvo de poner al Betis en octavos. No anduvo fino. El Córdoba se dejó la piel presionando y recibió el premio después de saber sufrir, como ante Murcia y Huesca. Que pase el siguiente y que sea uno de los grandes.

El detalle: Fabricio y Amaya, bien

Fabricio y Amaya tuvieron que abandonar el terreno de juego antes de tiempo por sendos golpes, pero a falta de unas pruebas que le serán realizadas hoy no parece que ningún jugador vaya a tener secuelas. Así lo confirmó el médico del Betis, Tomás Calero.