Ediciones
Resultados
Síguenos en
Hola

ATLÉTICO DE MADRID

Manzano perdió su segunda oportunidad en el Atlético

El Atlético de Madrid ha confirmado que ha destituido al entrenador jienense Gregorio Manzano, que ya estaba sentenciado en las últimas semanas.

El técnico Gregorio Manzano sale por la puerta falsa del Vicente Calderón por segunda vez en su carrera, después de los malos resultados del Atlético de Madrid, culminados el miércoles con la eliminación en los dieciseisavos de la Copa del Rey por el Albacete, de la Segunda División B.

Manzano, de 55 años, había asumió en junio pasado la dirección del equipo en su segunda etapa, en la que esperaba tomarse la revancha de la campaña 2003-04, cuando los rojiblancos se quedaron fuera de la Copa de la UEFA (hoy, Liga Europa), el objetivo de aquella campaña.

El Atlético no renovó en el verano de 2004 el contrato del entrenador, que pertenece al grupo de técnicos que consideran la humildad como el primer paso para alcanzar el éxito y que impulsan los pensamientos positivos, la motivación interna y la autoestima constante en sus jugadores.

Antes de la eliminación por el Albacete, el futuro de Manzano se había complicado en la ida al perder por 2-1. Se agravó con el 4-2 en la visita liguera al Espanyol (4-2), prosiguió en casa con la derrota ante el Betis (0-2) y ayer, miércoles con el 0-1, ante el Albacete.

No sirvió para nada la victoria por 3-1 sobre el Rennes francés en la Liga Europa, pese a que obtuvo la primera plaza de su grupo. Los aficionados no dejaron de protestar por el juego gris del conjunto.

Antes, el lunes día 12, el Atlético confirmó a Manzano sólo para los siguientes tres partidos, los mencionados con Rennes, Betis y Albacete.

Manzano, después de esta confirmación, declaró que no se consideraba "para nada" una víctima de la estructura del Atlético, que ha tenido casi 50 entrenadores en los últimos 24 años.

"Quiero terminar este proyecto si me dejan, pero quiero terminarlo con los objetivos que me he propuesto", afirmó el pasado día 14.

Manzano (Bailén, Jaén, 11-3-56) sustituyó en junio pasado a Quique Sánchez Flores y llegó al Calderón en un momento convulso, con cambios en la dirección deportiva y en el fútbol base, a los que se añadieron las marchas del argentino Sergio Kun Agüero, el uruguayo Diego Forlán y el portero David de Gea.

En compensación, fueron fichados el brasileño Diego y la estrella colombiana Radamel Falcao.

Su balance en partidos oficiales es de 28 jugados, con trece victorias, cinco empates, diez derrotas, 45 goles a favor y 35 en contra. En la Liga, disputó 16, con cinco victorias, cuatro empates y siete derrotas, con 23 goles a favor y 27 en contra. Fuera de casa, sólo obtuvo un punto.

En su trayectoria en Primera, Manzano suma 405 encuentros, en 151 triunfos, 97 empates y 157 derrotas desde su debut en 1999-2000, cuando dirigió al Valladolid, al que dio el salto tras entrenar varios años a equipos de Tercera y Segunda B.

El Racing de Santander, en 2000-01 y del que fue destituido en la vigésimo séptima jornada; el Rayo Vallecano, al que guió a la permanencia en Primera y a una meritoria undécima posición en 2001-02; y el Mallorca, en 2002-03, con el que inauguró su palmarés al conquistar la Copa del Rey, fueron sus siguientes destinos.

La no renovación por el Atlético condujo sus pasos, en 2004-05, al Málaga, pero fue destituido tras dieciocho jornadas, con el combinado en la decimoctava posición, y regresó al Mallorca el siguiente curso, a falta de catorce partidos, para guiar a este conjunto a la permanencia.

En el Mallorca permaneció durante los siguientes cuatro años, algunos de ellos brillantes, sobre todo en la temporada 2009-10, cuando acarició la Liga de Campeones, de la que se quedó fuera en el último segundo, con su partido ya terminado frente al Espanyol (2-0), por un gol del Sevilla en Almería (2-3).

Precisamente el Sevilla fue su siguiente destino, con el cometido de reflotar un proyecto que comenzó con la eliminación en la previa de la Liga de Campeones y con un pobre inicio de campeonato. Logró clasificar al equipo para la Liga Europa, una meta insuficiente para su renovación.